¿Qué son los arquetipos de Carl Jung?

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¿Quién es Carl Jung?

Nació y murió en Suiza. Su pasión era la Arqueología, dedicándose finalmente a la Medicina; se especializó en Psiquiatría de la mano de Bleuler. Leyó la Interpretación de los sueños quedando atrapado por el psicoanálisis y por la figura de Sigmund Freud.  Este depositó grandes esperanzas en Jung para la transmisión del psicoanálisis, pero Jung discrepó de la importancia de la sexualidad en la creación de las neurosis, centrándose en el campo de los mitos y de los símbolos. De él surgió el concepto de inconsciente colectivo y los arquetipos.

Inconsciente personal e inconsciente colectivo

Para Jung el inconsciente personal se ubica en un estrato en cierta medida superficial. Los contenidos se definen porque no son conscientes como los reprimidos, olvidados, percepciones personales de escaso valor que no arribaron a la conciencia, y aquellos contenidos que nos alcanzaron la conciencia debido a que son aún demasiado débiles.

El estrato del inconsciente individual descansa sobre otro que es más profundo, que no se origina en la experiencia y en la adquisición personal, tal como ocurre con el inconsciente personal, sino que es innato; este inconsciente no es de naturaleza individual sino universal. Sus contenidos y modos de comportamiento son lo mismo en todas partes y en todos los individuos; es decir, es idéntico a sí mismo en todos los hombres, “constituyendo así un fundamento anímico de naturaleza suprapersonal existente en todo hombre”.

Jung indica que para poder hacer referencia al inconsciente solo es posible cuando podemos verificar la existencia de contenidos. En el inconsciente personal, los contenidos son los llamados complejos de carga afectiva; estos forman parte de la intimidad de la vida anímica.

En cambio, el inconsciente colectivo consta de los instintos y de los llamados arquetipos, que son tipos arcaicos, o primitivos. Los instintos son formas típicas de acción que nos empujan a la realización de actividades específicamente humanas, sin que exista la intermediación del consciente. Por su parte, los arquetipos son formas típicas de aprehensión; nos otorgan un tipo de percepción no consciente, esto es, la intuición.

Decíamos que el inconsciente colectivo es innato, heredado. Jung apuntó que el inconsciente colectivo estaba conformado por “imágenes primordiales” que provenían de la historia pasada de la humanidad. El inconsciente colectivo se compone de motivos o imágenes mitológicos. De ahí que podamos observar que diversas culturas han cultivado mitos equivalentes independientemente unos de otros; por ejemplo, en el tema de la creación del universo las culturas presentan temas y personajes similares.

Jung aborda el estudio de la estructura mitológica de culturas antiguas y contemporáneas, además de realizar investigaciones antropológicas en sus viajes a diversos países (Nuevo México, Kenia, Uganda, India, Argelia, Túnez).

A partir de los resultados de estos estudios presentó el constructo teórico de una estructura inconsciente común a todas las producciones culturales e individuales; así, alcanzó la conclusión de que es posible abordar el inconsciente colectivo bien a partir de la mitología o bien a través del análisis del individuo.

Los arquetipos y lo inconsciente

Apoyémonos en el significado etimológico de la palabra. Procedente del griego, deriva de la palabra “arjetipos”, condensación de dos partes:

“arje” que nos remite a origen

“tipos” que por su parte nos conduce a modelos.

Podemos indicar que a partir del arquetipo se moldean conductas o modos de pensar y/o actuar construidos a partir de la imitación o en su encuentro con la semejanza (véase el modelado propuesto posteriormente con el conductismo). Los arquetipos son pensamientos que de forma colectiva se comparten, que alcanzan al pensamiento individual y, por tanto, a las acciones que se articulan a dicho pensamiento; permiten ordenar y clasificar el mundo.

El arquetipo articulado por Jung alcanza su máxima expresión en el texto de “símbolos de transformación”. Señala que “entre los conflictos elementales humanos existe una identidad que está más allá del tiempo y del espacio”.

Jung se encarga de indicar que no se trata de representaciones heredadas, sino exactamente de una disposición funcional a reproducir representaciones iguales o análogas; en fin, de estructuras universales de la psique propias de un inconsciente colectivo. Estas estructuras universales de la psique son las que denomina arquetipos, y que equivalen al “concepto biológico de pautas de comportamiento”; son imágenes, tendencias comportamentales y de personalidad.

El arquetipo se puede expresar bajo diferentes modalidades. Bien a través del habla, o mediante el comportamiento, a través de las reacciones emocionales y, pos supuesto, en los sueños. Por eso, se pueden aislar y detectar en los diferentes tipos de conducta de las personas. Al estar inscritos en el inconsciente colectivo, afectan al comportamiento de forma inconsciente y los sujetos no tienen la capacidad de detectar que están bajo la influencia de los arquetipos desarrollado en su aparato psíquico. Son los motivadores últimos de la conducta, de los sentimientos y de los pensamientos humanos; son los que “arman” lo que conocemos como naturaleza humana, alcanzando lo animal y lo espiritual.

Por ello, a la Psicología analítica le es tan fundamental conocer la esencia y el desvelamiento del sentido del arquetipo ya que es la manera de descubrir la identidad y el destino de cada persona. El arquetipo es tomado para Jung como la causa última del ser y del obrar.

¿Cuáles son los Arquetipos junguianos del Yo?

En primer lugar, haremos referencia a los arquetipos del yo articulados por Jung. Son arquetipos principales que arman la personalidad, se manifiestan a través del lenguaje, de los comportamientos y de los sueños.

• Ánima

En latín significa alma. Define el lado femenino del hombre en su inconsciente. Este arquetipo realiza un vínculo entre la consciencia del Yo y el inconsciente colectivo, creando una conexión hacía el sí mismo.

Es una imagen arquetípica vinculada al Eros, refleja la naturaleza de la relación del hombre con la mujer.

Este arquetipo posee una elevada emocionalidad. Jung apunta que las dificultades de relación de los hombres pueden ser resultado de su identificación inconsciente con el Ánima, o, en su defecto, de la proyección del Ánima en la pareja.

En las figuras Ánima no se trata de mujeres concretas, sino que son fantasías en las que se deposita necesidades y experiencias cargadas emocionalmente. Ejemplos de ello, tenemos a mujeres famosas (mitos), diosas, hechiceras, etc.

• Ánimus

En latín significa espíritu. Son imágenes arquetípicas masculinas en el inconsciente de una mujer. De la misma forma, este arquetipo articula un vinculo entre la consciencia del Yo u el inconsciente colectivo, realizando un guía hacía el sí mismo. Este arquetipo refleja la naturaleza de la conexión con el mundo de las ideas y el espíritu.

Jung señala que la identificación inconsciente con el Ánimus o, en su defecto, de su proyección en la pareja pueden hacer emerger un sentimiento de desilusión respecto a la persona real y producir dificultades conyugales o de relación.

Tampoco son representaciones de hombres concretos, sino de fantasías depositadas de necesidades y experiencias con gran carga emocional. Ejemplos de ello, son los hombres famosos, figuras idealizadas, hombres jóvenes. 

• Sombra

Este arquetipo tiene dos significaciones diferentes. Una de ellas está ligada a que la sombra es un arquetipo que representa la totalidad de lo inconsciente. La segunda significación alude al aspecto inconsciente de la personalidad de las personas; El Yo consciente no reconoce que le pertenecen estos rasgos y actitudes de carácter inconsciente.

La consciencia no asume ni todas las disposiciones psíquicas personales ni las colectivas en la medida en que son refractarias con la personalidad. Estos elementos rechazados por la personalidad consciente desarrollan un agente antagonista del Yo en el inconsciente. Este agente se presenta mediante el arquetipo de la sombra, se expresa en estos rasgos de personalidad y comportamiento que la consciencia no acepta como propios, ocultándolos a los demás. Son las características que no mostramos porque nos causa ansiedad o acaso vergüenza.

Jung dispone que dentro de la sombra se ubican pensamientos o ideas reprimidas que están llamadas a resolverse con el objeto de alcanzar nuestra individuación total

• La persona

Este arquetipo nos representa a nosotros de forma pública, que además sí deseamos que los otros conozcan; son los rasgos que adoptamos como imagen pública; se parecería a la máscara de un actor. También sería equivalente a los rasgos que adoptamos por la influencia del ambiente, o los roles que nos impone la sociedad. Nuestra auténtica personalidad es diferente.

• La gran Madre

Este arquetipo sintetiza las cualidades maternales de forma idealizada; se ubican en ello, la compasión, el cuidado y el amor, además de la guía que nos muestra el camino a seguir. Está simbolizado por la madre original o la madre tierra. Las diferentes religiones la han llamado Hera, Juno o María.

• El Gran padre

Este arquetipo representa una figura de autoridad, guardián del orden en el caos del mundo; ofrece un camino para saber como vivir la vida

• El sí mismo

Es el arquetipo central en el inconsciente colectivo; aporta equilibrio a la personalidad representando la imagen de la totalidad de la persona. Confiere sentido a la vida, siendo el centro del psiquismo.

A continuación, indicamos los arquetipos que establece Jung que simbolizan en los seres humanos las motivaciones básicas. Tienen significados, valores y personalidades diferentes. Son llamados arquetipos primarios.

• El inocente

Los sujetos que se identifican al arquetipo inocente son tildados de ser ingenuos y soñadores. Tienen una actitud positiva, son despreocupados, buscando siempre el lado positivo de las cosas. Algunas de sus características son que buscan la meta de la felicidad, son confiados de los demás, abiertos mentalmente y temen ser castigados por hacer algo malo.

• El amigo

Este arquetipo representa a los sujetos honestos, realistas y que se puede confiar en ellos. Siempre buscan su vinculación al mundo, se relacionan con muchos grupos en la búsqueda de su lugar. El objetivo que se proponen es la pertenencia, y por ende muestran el miedo a quedarse fuera del grupo o comunidad; puede llegar a ser algo cínicos; otras características son el ser pragmáticos y realistas, además de ser abiertos.

• El amante

La búsqueda de los sujetos ubicados en este arquetipo es a armonía. Como el conflicto produce tensiones y desequilibrios les resultan dificultoso manejarse con ellos; por ello, pueden tener serias dificultades en defender sus pensamientos y creencias, sobre todo ente otros que pueden ser más asertivos.

Su actividad se centra en que exista siempre un equilibrio, una armonía tanto con las personas, como con las actividades de trabajo o de ocio y con aquel entorno que aman. Sus aspectos talentosos son la diplomacia y el aprecio; su miedo es a no sentirse querido. Al tener la tendencia para conseguir el estado armónico puede hacer que exista un efecto de complacencia hacia los otros, muchas veces a costa de su propia identidad.

• El sabio

Los sujetos tomados por este arquetipo estiman las ideas por encima de todo. Su dolor, justamente, viene por su contrario: no poder saberlo todo. Sus actitudes se centran en la escucha y tener la capacidad de síntesis y de hacer comprensibles las ideas complejas.

Sus objetos son el conocer el mundo mediante el saber y la inteligencia; son curiosos, con cierta ingenuidad, e inteligentes. Sus malestares se ubican en que pueden tener la sensación de que al no saberlo todo les falta la información que les habilite para tomar una decisión. Sus miedos se centran en que los demás los tomen por ignorantes.

• El mago

Los sujetos bajo este arquetipo creen en sus ideas y además tienen el deseo de compartirlas con los otros. Pueden ubicarse en lados de la vida que les permiten tener versiones diferentes a las miradas de otras personalidades; pueden transmitir ideas transformadoras sobre las cosas y el mundo.

• El héroe

Este arquetipo tiene como característica el defender a los otros y ser fuerte. Pueden llevar a cabo un destino que se echan a la espalda, con objetivos a alcanzar como la justicia y la igualdad para ayudar a los demás, especialmente a los débiles. Evitan ser tomados como débiles o asustados. Pueden mostrar un lado arrogante ya que siempre buscan la existencia de otra batalla con el objeto de implicarse en la lucha. Son competentes y muestran coraje.

• El cuidador

Este arquetipo representa a los sujetos empáticos que, además tienen compasión. Están llamados a cuidarse a sí mismo y alejarse de las demandas de otros. Sus metas pasan por ayudar a los demás, pueden ser explotados por otros, son generosos y compasivos y temen que puedan ser tomados como egoístas.

• El explorador

Este estereotipo es el modelo para los sujetos que siempre están buscando emociones nuevas para alcanzar un grado de felicidad. Su búsqueda de estas emociones puede alcanzar tanto en el viajar a nuevas civilizaciones o a investigar conceptos novedosos para este tipo de personas. Se propone experimentar emociones, es fiel a sus propios deseos cuestión que le puede hacer que en su búsqueda deambule sin sujetarse a nada en concreto. Sus temores se centran en que pueda sentirse llamado a conformarse, a quedarse atrapado en ciertas circunstancias.

• El rebelde

Este arquetipo es el modelo para personas que no son conformistas, que demuestran un afán por cambiar las cosas porque perciben algo que no funciona. Su empuje a cambiar las cosas puede hacer que estos sujetos abandonen ciertas tradiciones.

Se proponen como meta deconstruir aquello que no funciona, pueden tener grandes ideas y hacer una llamada a otros para que se unan; este mismo empuje puede hacer que su manera de encarar las cosas les haga llegar excesivamente lejos y obsesionarse con sus ideas. Sus temores se centran en no ser capaces de alcanzar el cambio buscado.

• El creador

Los sujetos que se inscriben bajo este arquetipo basan su existencia en crear algo nuevo que aún no tiene existencia. Si no se ubican bajo esta circunstancia se sienten mal consigo mismos. Suelen ser artistas, aunque pueden desempeñar su creación en áreas muy diversas que les permiten hacer emerger su talento.

Su dirección es la creación con valor duradero, son sujetos creativos e imaginativos. Su deseo de ser excepcionales, así como su perfeccionismo pueden hacer parecer bloqueos en sus actividades. Sus temores se basan en la no creación de cosas con importancia.

• El bufón

Los sujetos inscritos bajo este arquetipo son animadores de fiestas empleando trucos y humor para ello. Pretenden hacer felices a los otros, cambiar con su humor y buen hacer la percepción de estos otros. También debemos tomar que esta actitud también es útil para obturar el propio dolor.

Se propone como objeto de vida aliviar el peso de las cosas utilizando el humor. Su visión le hace ver la versión divertida de las cosas para alcanzar en el fondo un cambio. Como hemos apuntado pueden tener la tendencia de ocultar sus propias dolencias y emociones a través de este disfraz del humor. Los temores que le acechan es que los demás le puedan tomar como aburrido.

Tiene como objetivos la comprensión de las leyes que estructuran el universo. Son talentosos para modificar la experiencia cotidiana mediante las miradas diferentes que proponen. En sus propuestas pueden en algunos momentos llegar a convertirse en ser manipuladores. Sus miedos devienen de que sus propuestas puedan tener consecuencias negativas, ni esperadas ni deseadas.

• El gobernante

Bajo este arquetipo se encuentran los sujetos cuyo deseo es el control. Su mirada les permite saber rápidamente aquello que sí va a funcionar en una escena determinada. Esta posición les hace encarnar posiciones para guiar al grupo, pudiendo frustrarse si los otros no aceptan o no siguen su interpretación

Exponen tener metas hacia la comunidad exitosas y prósperas. Este talento les permite ser líderes y ocupar lugares responsables. Los puntos oscuros se ciñen en sus dificultades para delegar, lo cual puede hacer desempeños autoritarios. Sus temores pasan porque hagan caer su liderazgo.

¿Cuáles son los Arquetipos de Jung?

Los arquetipos junguianos son solo algunos de los que el cree que habitan en nuestro inconsciente colectivo. Si quieres saber más sobre ello, en nuestros másters de psicología hablamos más sobre ello.