1. Introducción
El test de los cuentos de hadas tiene su origen en Bruno Bettelheim, psicólogo austriaco, con su publicación en 1976 de “los usos del encantamiento”. Posteriormente, Carina Coulacoclou, psicóloga griega, realizó su tesis doctoral e hizo valer los test de los cuentos de Hadas, FTT (Fairy Tale Test).
El juego y la imaginación son considerados como conceptos clave para las técnicas proyectivas para niños en su aplicación a la exploración de la personalidad infantil: consciente e inconsciente se manifiestan simultáneamente en ellos.
El fundamento teórico es psicoanalítico, basado en las teorías sobre el Yo y las relaciones objetales. Se basa en la relación entre los cuentos de hadas y los procesos inconscientes; también entre los cuentos de hadas y el desarrollo infantil.
El test de los cuentos de hadas es un test asociativo y temático para chicos entre 6 y 12 años. Evoca sentimientos de privación, rechazo, agresividad, pulsiones sexuales, etc. revelados en sus respuestas. También es un test asociativo porque el niño asocia un personaje a una historia particular propia.
Es un instrumento proyectivo para evaluar un gran número de funciones de la personalidad; es de mucha utilidad en psicología infantil, en su vertiente clínica, educacional y del desarrollo, así como para comparar grupos de estudios transculturales.
2. Los conflictos existenciales y cómo se resuelven en los cuentos de hadas
Para abordar y superar los problemas psicológicos del crecimiento (tensiones narcisistas, conflictividad edípica, rivalidades fraternas, renuncia a las dependencias de la infancia, alcanzar un sentimiento de identidad y de la propia valoración con un sentido ético de la vida) le conviene al niño comprender tanto lo que está sucediendo tanto en su yo consciente como lo articulado en su inconsciente.
Esta comprensión le adjudicará capacidad de luchar; podrá realizarla mediante la ordenación de lo nuevo y fantasear sobre los elementos significativos de la historia como respuesta a las pulsiones inconscientes internas, de tal forma que el niño adaptará el contenido inconsciente a las fantasías conscientes permitiendo el acceso a tomar contacto con este contenido.
Los cuentos de hadas ofrecen al niño nuevas dimensiones a las que sería imposible alcanzar por sí solo; la forma y la estructura de los cuentos de hadas ofrecen al niño imágenes que le servirán para estructurar sus propias fantasías que le llevarán a canalizar mejor las vicisitudes de su existencia.
El mensaje que los cuentos de hadas trasmiten a los niños es que la lucha contra las dificultades de la vida es inevitable, conforma una parte intrínseca de la existencia humana; pero si el individuo no huye, sino que aborda las privaciones inesperadas, y a veces injustas (tampoco existe la justicia), llega a dominar los obstáculos.
El niño precisa que se le ofrezcan sugerencias, en forma simbólica, de cómo debe de tratar con dichas historias y avanzar sin peligro hacia la madurez. Los cuentos de hadas enfrentan debidamente al niño con los conflictos humanos básicos tales como la muerte, el hecho de envejecer, los límites de nuestra vida, etc.
Muchas de las historias de hadas se inician con la muerte de la madre o el padre; en estos cuentos, la muerte del progenitor crea los más angustiosos problemas, tal como ocurre (o se teme que ocurra) en la vida real.
Otras historias dejan presencia de un padre anciano que decide que ha llegado el momento de que la nueva generación se encargue de tomar las riendas; el sucesor tiene que mostrar que es inteligente, que está a la altura y es digno de alcanzar y dirigir tal empresa. Así, la historia de los hermanos Grimm “Las tres plumas” comienza: “Había una vez un rey que tenía tres hijos… el rey era ya viejo y estaba enfermo, y a menudo pensaba en su fin; no sabía a cuál de los hijos le dejaría el reino”. Para poder decidir, el rey encarga a sus hijos una difícil empresa; el que mejor la realice “será rey cuando yo muera”.
Los cuentos de hadas suelen plantear, de forma concisa y breve, un problema existencial; favorece al niño abordar los problemas en su forma esencial, cuando una trama compleja le haga confundir las cosas. El cuento de hadas simplifica cualquier situación. Los personajes están muy bien definidos y los detalles, excepto los más importantes quedan suprimidos. Todas las figuras son típicas en vez de ser únicas.
Prácticamente en todos estos cuentos de hadas, el bien y el mal toman cuerpo y vida en determinados personajes y en sus acciones, del mismo modo que están también presentes en la vida real, y cuyas tendencias se manifiestan en cada persona. Esta dualidad plantea un problema moral y exige una dura batalla para lograr resolverlo.
El malo no carece de atractivos (el enorme gigante o dragón, o el poder de la bruja o por la “malvada” reina de Blancanieves). En la mayoría de los cuentos, el usurpador consigue, durante algún tiempo, arrebatar el puesto que, legítimamente, corresponde al héroe, como hacen las perversas hermanas de “Cenicienta”.
Tanto en los cuentos de hadas como en la vida real, el castigo, o el temor a éste, solo evita el crimen de forma relativa. La convicción de que el crimen no resuelve nada es una versión más efectiva, y, por esta razón, en los cuentos de hadas el malo siempre pierde. El niño se identifica al héroe en todas sus batallas. En esta identificación, el niño imagina que sufre, junto al héroe, sus pruebas y tribulaciones, triunfando con él, puesto que la virtud alcanza la victoria. El niño lleva a cabo tales identificaciones por sí mismo, y las luchas internas y externas del héroe imprimen en él la huella de la moralidad.
Los personajes de los cuentos de hadas no son ambivalentes; la polarización domina la mente del niño, estando presente en los cuentos. Una persona es buena o es mala, pero jamás ambas cosas a la vez.
Al presentar al niño caracteres totalmente opuestos, se le ayuda más fácilmente a comprender la diferencia de ambos, cosa que no podría realizar si dichos personajes representan fielmente la vida real, con todas las complejidades que caracterizan a los seres reales.
Cuanto más simple y honrado es un personaje, más fácil al niño le resulta identificarse con él y exiliar al malo de sí. El niño no se identifica con el héroe bueno por su bondad, sino porque la condición de héroe le atrae profunda y positivamente.
Los cuentos amorales no presentan polarización o yuxtaposición alguna de personas buenas y malas, puesto que el objetivo de estas historias es totalmente distinto. Estos cuentos o personajes tipo, como “el gato con botas”, que hace posible el éxito del héroe mediante ingeniosos ardiles. En estos cuentos la moralidad no es ninguna solución, sino más bien la seguridad de que uno es capaz de salir adelante. El abordar la vida con la creencia de que se pueden dominar las dificultades o con el terror de la derrota no deja de ser una importante deriva existencial.
Los cuentos de hadas se toman muy en cuenta las emociones, los temores manifiestos…. en definitiva, las angustias existenciales y, por ello, hacen hincapié en la necesidad de ser amado y el temor a que se crea que uno es despreciable: el amor a la vida y el temor a la muerte.
Estas historias ofrecen soluciones que están al alcance del nivel de comprensión del niño; por ejemplo, no engañan al niño haciéndole creer, aunque sea por un momento, que es posible vivir eternamente. Postulan que lo único que puede ayudarnos a obtener un estímulo de nuestra existencia es la formación de un vínculo realmente satisfactorio con otra persona.
Estos relatos muestran que cuando uno ha logrado esto, ha alcanzado ya el fundamento de la seguridad emocional de la existencia y permanencia de la relación adecuada para el hombre; siendo el modo de disipar el temor a la muerte.
Una opinión profana sobre los cuentos de hadas ve, en este tipo de desenlace, un final feliz pero irreal, que desfigura completamente el importante mensaje que el relato intenta transmitir al niño. Las historias de los cuentos de hadas reafirman al niño que formando una verdadera relación interpersonal puede escapar a la angustia de separación que le atemoriza de forma continua y habitual.
A la vez, los relatos muestran que el desenlace tal como el niño desea y cree, seguir eternamente a la madre, no es posible. En el intento de escapar a la angustia de separación y de muerte, agarrándonos desesperadamente a nuestros padres, solo alcanzaremos a ser arrancados cruelmente, tal como Hansel y Gretel.
Este tipo de cuentos está orientado hacia el futuro y ayuda al niño, de un modo que puede comprender consciente e inconscientemente, a renunciar a sus deseos infantiles de dependencia y a determinar una existencia independiente más satisfactoria.
Hoy en día los niños no crecen ya dentro de los límites de seguridad que ofrece una extensa familia o una comunidad. Por ello, es importante, incluso más que en la época en que se inventaron los cuentos de hadas, proporcionar al niño actual imágenes de héroes que deben surgir al mundo real por sí mismos y que, aún ignorando originalmente las cosas fundamentales, encuentren en el mundo un lugar seguro, siguiendo su camino con una profunda confianza interior.
Actualmente, y más que nunca, el niño necesita la seguridad que le ofrece la imagen del hombre solitario que, en cambio, es capaz de obtener relaciones satisfactorias y llenas de sentido con el mundo que le rodea.
3. Administración y consigna
Consta de 21 láminas que son presentadas al niño en grupos de tres. Presentan personajes de los cuentos de hadas más conocidos en el mundo y traducidos a todos los idiomas.
El tiempo de administración alcanza de cincuenta a sesenta minutos. El niño debe conocer primero los cuentos, saber de qué tratan. Y contarlos resumidamente al entrevistador. Se solicita que relate cómo es el cuento de Caperucita Roja, Blancanieves, algún cuento de gigantes o saber qué son (más altos que las personas comunes, más fuertes, etc.). Se trata de saber cómo resignificó el niño esos cuentos, cómo lo ha usado para proyectar sus experiencias vitales, emociones, miedos, etc.
Cuando el niño no está familiarizado con algunas de esas historias, el entrevistador la narra y reencuadra el test. Se fija una nueva fecha para la administración, donde previamente el niño puede leerlo y asimilarlo.
La Consigna es: “Vamos a jugar a un juego con personajes de los cuentos de hadas. Te voy a hacer algunas preguntas acerca de ellos y me gustaría conocer tu opinión”.
No existen respuestas correctas o incorrectas; se trata de que sea capaz de expresarse libremente. Los signos de su entrevista también deben de registrarse, ya que son útiles para el análisis cualitativo de resultados (por ejemplo, moverse mucho en la silla, no prestar atención, levantarse, querer ir al servicio. Jugar con las láminas, gestos, expresiones faciales, etc.)
4. Temas y conflictos evocados. Escenas
Los temas y los conflictos están evocados a través de cada personaje. Son Caperucita Roja, el Lobo, los Enanos, la bruja y los gigantes.
Los conflictos son: autonomía, autoconcepto, sentimientos sexuales, ansiedad de separación, modos de afrontar el peligro, control y liberación de los propios impulsos, expresión de la agresión y superyó, pulsión oral, dominancia, necesidades afectivas, relación madre-hija, sentimiento narcisista, rivalidad, celos, rivalidad padre e hijo.
En cuanto a las escenas que se originan son dos:
- Caperucita roja (imagen materna, severidad del superyó, conflicto con el placer, ansiedad de separación, depresión);
- Blancanieves y los siete enanitos (relación masculino-femenino, relación padre-hijo, ansiedad de separación, conflicto con autonomía, conflicto envejecer/crecer/permanecer niña).
5. Puntuación e interpretación cuantitativa y cualitativa
El FTT da cuenta de 29 variables de personalidad que pueden ser clasificadas bajo cinco componentes principales:
- Deseos y Necesidades
- Impulsos
- Relaciones objetales
- Estados emocionales
- Funciones del superyó
Cuantitativa
La mayoría de las variables pueden puntuarse en una escala de 1 a 3 de “intensidad”.
1=baja.
2=intensidad media.
3=intensidad alta.
Ejemplos: “El gigante quiere destruir a todo el mundo porque nadie lo quiere”. Agresión como retaliación=3.
“El gigante quiere echar a otro gigante que lo amenaza”. Agresión como defensa=1.
La Relación con la madre y relación con el padre, junto a Autoestima se puntúan 1, positivo o negativo.
Las ocurrencias bizarras (B) y las repeticiones (R) se puntúan 1
Cuando una variable no está presente en la respuesta correspondiente 0.
El número promedio de variables observado en el protocolo de un niño es de aproximadamente 8-15.
El administrador debe:
- Revisar bien todas las respuestas antes de puntuar
- Describir e investigar las intenciones subyacentes de los personajes porque la motivación es la que determina el tipo de agresión.
- Personaje con el cual se identifica el niño: Identificación con el agresor o víctima:
Si la respuesta expresa agresión u miedo a la agresión:
· Deseo de ayuda (H)
·Necesidad de protección (NPRO)
Cualitativa
Es usualmente más rica que la cuantitativa, sobre todo en aquellos aspectos del material que no pueden ser puntuados:
- Observaciones del comportamiento no verbal.
- La continuidad de respuestas a través de un grupo de láminas revela el desarrollo de un conflicto o el gradual crecimiento de la intensidad de variable subyacente.
- Respuestas expresadas en primera persona que conlleva procesos inconscientes sobre todo cuando se acompañan de gestos o expresiones faciales.
- Interacción entre las tres figuras del grupo: este tipo de fenómeno puede revelar diferentes facetas del self del sujeto.
- Contaminación a través de respuestas; por ejemplo, el niño transfiere temas de un cuento que no se relaciona con el grupo de láminas presentado.
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