Guía: Primeros auxilios psicológicos en emergencias

Los Primeros Auxilios Psicológicos (PAP) tienen la función de atemperar a corto y largo plazo la angustia inicial precipitada por eventos traumáticos postulando el funcionamiento adaptativo y las habilidades de afrontamiento.

Los requisitos de los primeros auxilios psicológicos son:

1. Evidencia resultante sobre el riesgo y la capacidad de recuperación después de un trauma.
2. Que puedan ser aplicables y puestas en práctica en el ambiente real
3. Apropiados para todas las etapas del desarrollo de la vida
4. Contextualizados a las particularidades culturales, mostrándose de manera flexible.

Deben ser llevados por trabajadores de salud mental o personal que proporcione asistencia temprana a niños, familias y adultos afectados, como parte interviniente organizada de respuesta ante una emergencia. Hay que hacer la salvedad de que no se trata de un asesoramiento psicoterapéutico.

Corral, E. & Gómez, F. (2009) propone los siguientes objetivos a alcanzar en los primeros auxilios psicológicos:

– Articular nuestra escucha para que la persona pueda sentirse apoyada y comprendida. Facilitará la emergencia de sentimientos y de emociones caracterizadas negativamente (angustia, tristeza, miedo, enfado).

– Atemperar la agresividad que se puede precipitar en estas situaciones contra personas. Reducimos así la violencia, la agresividad y la muerte. Una de las intervenciones puede ser ingresar a una persona en el sistema hospitalario.

-Conectar los distintos servicios de ayuda y atención, proporcionando la información detallada a las personas.

Cuando la intervención precisa sea realizar un proceso de intervención psicoterapéutico nos ubicaremos en un momento posterior a los PAP.

Las características de los primeros auxilios psicológicos

• Su duración abarca desde minutos a horas de intervención.
• Puede ser llevada a cabo por: padres de familia, policía, clero, abogados, médicos, enfermeras, trabajadores sociales, psicólogos, maestros, estudiantes avanzados, dirigentes sindicales, emprendedores… etc.)
• El contexto de desarrollo es un ambiente informal. Puede ser llevado a cabo en hospitales, iglesias, centros de acogida, escuelas, institutos, centros de trabajo, asociaciones de vecinos, sindicatos, etc.
• El objeto de la intervención es restablecer el equilibrio perdido, realizar una contención en las personas afectadas; reducir la agresividad, violencia y mortalidad. Rescate de eventualidades de riesgo y enlace de conexión don diferentes tipos de recursos dispuestos.

Algunos componentes básicos de los PAP

Realizar contacto psicológico

• Escucha de los sentimientos y necesidades de una persona en la emergencia de la crisis
• Detectar la visualización realizada por la persona sobre la situación que vive en la comunicación que nos realiza. Potenciar que las personas puedan hablar de lo sucedido, además de escucharse a sí mismos, sobresaliendo las emociones ante el suceso. Reflexión sobre los sentimientos contrariados

Análisis las dimensiones del problema

• Dirigido a tres momentos: presente, pasado y futuro inmediato. Podemos articularlo a través de preguntas dirigidas al suceso, a los sentimientos, a fórmulas sobre qué hacer bajo los momentos temporales indicados del tiempo

Expresión y tanteo de soluciones posibles

• Identificación de alternativas posibles a llevar a cabo
• Señalamiento de los riesgos posibles que puedan precipitarse para la persona/s y las soluciones posibles a ello. Favorecer a la persona con la que estamos llevando a cabo la intervención a articular estas alternativas, con la implementación de las dificultades o imprevistos en la ejecución de las soluciones.

Realización de elementos concretos

• Ayudar a la persona a lleva a cabo una acción determinada (en algunos momentos será conveniente tomar una actitud directiva para con ella)

Comprobar el progreso de la acción

• Seleccionar información que permita el seguimiento del progreso de los Primeros Auxilios.
• Acceso a una actitud directiva, si las circunstancias lo indican, e intervenir en el circuito de retroalimentación para señalar y detectar si se alcanzaron o no las metas iniciales de los Primeros Auxilios Psicológicos.

Principios básicos de los primeros auxilios psicológicos

•  Escucha responsable
• Favorecer la precipitación de la libre expresión
• Reconocimiento y aceptación sobre la persona comunicante
• Disposición da dar información necesaria y conveniente (valoración de si comunicar toda la información de la que disponemos en un momento dado)
• Contexto de confianza

La práctica en los PAP

1. Contacto y acercamiento

Objeto:

Intervención comunicativa con los contactos llevados a cabo con los sobrevivientes o, en su caso, comenzarlo de forma discreta, respondiendo a criterios de utilidad.

Las acciones a realizar pueden circunscribirse a:

-Intervención de ayuda a los sobrevivientes que lo soliciten

-Actitud de escucha empática

– Respecto hacia la expresión que realicen los sobrevivientes:

Debemos de tener en cuenta, a la vez, algunos elementos importantes, tales como no transgredir espacios vitales de las personas, hablar de forma tranquila (despejada de ansiedad),

1. Presentación.

Conviene que realicemos una pequeña y concreta presentación de nosotros mismos. A través de la indicación del nombre, cargo, desempeño en la actividad ejerciente, solicitud de permiso para hablar con dicha persona, explicación de que el objetivo es ayudar en ciertas cuestiones que se pueden presentar a continuación de forma breve y concisa, determinar la confianza y garantía de privacidad de todo lo que se habla. Esta comunicación se articulará con un tono tranquilo y aportando seguridad.

1. Seguridad

Objeto:

Realizar las acciones necesarias para proveer de seguridad a la persona de forma rápida; de ello, se desprenderá alivio físico y emocional.

A. Seguridad física:

Se trata de que tanto las personas como las familias estén físicamente seguros siempre en la medida de lo posible. Para ello, podemos tomar en cuenta el contexto espacial y geográfico e intervenir para aumentar la seguridad física y emocional

• Detectar a las personas apropiadas (profesionales y técnicos) que pueden incidir en problemas de seguridad (amenazas, armas, etc.)
• Desplazar o dejar limpio el espacio de objetos que puedan dañar a las personas por su inmediatez física.
• Creación de espacios seguros para los niños, bajo supervisión.

Con el objetivo de que se pueda dar alivio y seguridad se pueden realizar las siguientes acciones:

• Proponer actividades dinámicas, prácticas y familiares

B. Actividades y servicios de respuesta ante un desastre

• Actividades a realizar de forma inmediata
• Indicación de la actividad ejerciente para dar contestación a su demanda
• Proveer de información sobre el evento que se está desarrollando
• Servicios de atención disponibles. Capacidad de conectar con fuentes concretas de recursos prácticos.
• Establecer nexos, si es factible, con otras que hayan compartido experiencias parecidas.
• Información acerca de Las reacciones habituales ante el estrés
• Normas y actuación sobre el cuidado propio, de su familia y manejo de la experiencia ocurrida

C. Atención al alivio físico

Actuar en el ambiente físico. Intentar que sea lo más cómodo posible, desde la temperatura, la iluminación, la calidad del aire, el acceso a dependencias, muebles. etc. Algunos de los elementos que intervendrán en las personas pueden ser:

• Enfermedades físicas
• Lesiones físicas
• Capacidad cognitiva
• Problemas sensoriales

D. Promover el contacto y acercamiento social

• Precipitar conexiones sociales
• Hacer intervenir a personas que realizan un buen manejo de la situación a que se acerquen y hablen con otros donde se ha precipitado la angustia y el miedo.

1. Estabilización y contención

Objeto

Tranquilizar y orientar a los sobrevivientes que se encuentran desbordados emocionalmente. Una parte importante de los sobrevivientes no necesitaran contención emocional. Las personas que se encuentran desbordadas emocionalmente se distinguirán por:

• Mirada ausente o pérdida; ojos cristalinos
• Ausencia de respuesta a preguntas formuladas o determinaciones indicadas.
• Comportamiento errático no intencionado
• Respuestas emocionales intensas: llanto, comportamiento agresivo, hiperventilación o realización de movimientos mecedores.
• Reacciones físicas incontrolables.
• Actitudes de búsqueda angustiosa.
• Sentimientos incapacitantes originados por la angustia
• Presentación para actividades de alto riesgo, pulsión de muerte.

Ante ello, conviene articular algunas disposiciones si son posibles (en dependencia de la persona de que se trate):

• Indicar la disponibilidad hacia esa persona
• Ayudarle a concretar sus sentimientos y pensamientos, articulándolas con posibles metas manejables. Si la persona parece estar demasiado agitada, habla precipitadamente, parece estar perdiendo contacto con su entorno o llora demasiado y desconsoladamente, puede ser útil
• Solicitarle que nos mire de frente con el objeto de que se concentre en las palabras que le dirigimos, así como saber si nivel de conocimiento sobre sí mismo y lo que está ocurriendo.

1. Recogida de información relacionada con las necesidades actuales

Objeto:

Identificar las necesidades y angustias del momento; recoger información adicional, y realizar intervenciones adaptadas de los Primeros Auxilios Psicológicos.

La información nos ayudará a establecer en función de las prioridades un orden con el objeto de alcanzar a las necesidades experimentadas. La información es uno de los elementos que siempre estarán presentes y de la que tendremos que ocuparnos constantemente, en todo momento desde el inicio.

Si precisamos indagar en las experiencias pasadas del sobreviviente, lo haremos a través de preguntas, acercándonos a su experiencia inmediata sobre lo sucedido, sin tener que demandarle que precise detalladamente la vivencia, de tal forma que sea él mismo quien elija la forma y el detalle del mismo.

Si el encuentro es con una persona que ha perdido a un familiar, estamos en disposición de ofrecerle una escucha y por tanto, de un cierto alivio posible. Podemos ofrecerle algún enlace al que posteriormente pueda acudir o demandar (atención al duelo).

A. Temores ante circunstancias inmediatas después del desastre y (si es el caso) por la amenaza continua

Los sobrevivientes pueden estar angustiados y preocupados por el peligro inminente que sigue el curso de la emergencia. Ante ellos podemos desplegar la atención por medio de preguntas que inviten a que puedan hablar y formular sus dudas y angustias, tales como si están preocupados por la seguridad de su familia, si piensan en otros familiares, si saben algo de ellos, o necesitan de cualquier otra información adicional.

B. Preocupación/angustia devenida de la separación de seres queridos. Seguridad.

Si el sobreviviente no sabe, o acaso alguno de sus familiares ha sido trasladado a algún centro debido a su estado, será motivo de preocupación y de angustia.

Podemos invitarle y obtener información que nos proporcione, siempre formulando las preguntas adecuadas acerca de su conocimiento de si sabe donde está, qué estaba realizando probablemente en ese momento, si dicha persona es importante, qué grado de cercanía personal tiene, etc.

C. Enfermedad física, psicológica o necesidad de medicamentos del sobreviviente.

Estas son algunas de las circunstancias que pueden surgir en alguno de los sobrevivientes que podemos atender.

Lo cual nos indica que posiblemente sea una fuente de angustia adicional a la circunstancia que se está viviendo.

Por ello, de la misma forma, podemos preguntarles por si existe alguna de estas circunstancias, con el objeto de obtener bien el cuidado médico (traslado, atención médica inmediata), psicológica o farmacológica.

D. Apoyo social

Si el sobreviviente se encuentra en el contexto de estar juntamente con miembros de su familia, o comunidad o amistades facilitará al propio sujeto el manejo de la angustia y de sus preocupaciones ante la adversidad del acontecimiento.

Por ello, le podemos también, invitar a que nos de información acerca de su familia, comunidad y amistades en el contexto en el que nos encontramos.

Ante aquellas personas que no tengan estos recursos de apoyo, podemos facilitarles algunos servicios en funcionamiento para que puedan acceder al manejo de las adversidades (de la angustia), y/o también para reuniones posteriores de seguimiento.

1. Asistencia práctica

Objetivo:

Es Ofrecer la ayuda práctica a los sobrevivientes en relación a dar una respuesta sobre las necesidades e inquietudes inmediatas.

Paso 1:

-Identificar las necesidades perentorias

Si el sobreviviente ha identificado varias necesidades, factibles y posibles, podemos centrarnos en ellas una por una. Con respecto de algunas de las demandas podremos plantear soluciones más o menos rápidas tales como la urgencia de comida, bebida, poner en contacto por teléfono con algún familiar, etc.

Otras demandas, en cambio, no tendrán una respuesta rápida o simplemente quedará más allá de nuestro alcance y atribuciones véase el planteamiento de reclamación a algún seguro); algunas otras (por ejemplo, un familiar desaparecido) podrán ser atendidas en oros servicios disponibles posteriormente a nuestra intervención;

Paso 2:

-Identificar la necesidad

Para ello, podemos dirigirnos al sobreviviente con el objeto de especificar y concretar el problema. Al hacerlo, nos damos posibilidades de la atención

Paso 3:

– Plan de acción

Reflexión y análisis de aquello que sea susceptible de hacer en función de la atención a las necesidades del sobreviviente; también existe la posibilidad de ofrecer una sugerencia factible.

Paso 4:

-Acción

Nuestro auxilio puede ir en la dirección de ayudar al sobreviviente a que realice una acción determinada. Véase la posibilidad del concierto de una cita para una especialidad. O acción concreta relacionada con una necesidad médica, por ejemplo.

Si quieres aprender más sobre este tema, puedes echar un vistazo a nuestro Máster en Psicología en emergencias.