La violencia de género es un problema generalizado que afecta a las familias de todos los niveles socioeconómicos de nuestra sociedad. Psicólogos, jueces y legisladores luchan desde hace años para idear un medio eficiente para prevenir, evaluar y disuadir a los victimarios de tal violencia.
Como veremos en este nuevo Curso de Violencia de Género de ISFAP, si bien los estudios sin duda han puesto énfasis en identificar las características principales de los agresores, la investigación sugiere que los aquellos son un grupo relativamente heterogéneo.
Estudios recientes indican que en los maltratadores se despliegan importantes síntomas psicopatológicos, entre ellos la ira, se hace evidente que los victimarios van a precisar de intervención psicológica en función de sus precipitaciones psicopatológicas, más concretamente canalizar la agresividad y la ira que les invaden y que depositan en la mujer.
De ello derivamos que será necesario un asesoramiento grupal y una atención terapéutica individual y de grupo cuando se trabaja con las víctimas de la violencia de género.
¿Qué es la violencia de género?
La violencia de género es un tema de preocupación mundial caracterizado por una historia reciente de rápidos cambios sociales en las políticas y prácticas institucionales.
En este Curso de Violencia de Género, la mayoría de los investigadores y formuladores de políticas ahora están de acuerdo en que el problema global es principalmente la violencia de los hombres contra las mujeres en las relaciones de género.
La violencia contra las mujeres tiene una historia larga y controvertida. Estudios recientes sugieren que al menos una cuarta parte de todas las mujeres que han vivido en una relación matrimonial o similar han experimentado violencia doméstica, y las evidencias adicionales indican que la agresión sexual es un aspecto significativo de esta violencia.
En todo el mundo, es muy probable que las mujeres asesinadas en homicidios hayan sido asesinadas por una pareja o ex pareja. La violencia de los hombres tiene consecuencias importantes para las mujeres a las que abusan: los estudios sugieren que las lesiones físicas a menudo son graves y, a veces, permanentes, y las mujeres también van a sufrir problemas emocionales y de salud persistentes como consecuencia de dichos abusos.
Por otro lado, en este Curso de Violencia de Género abordaremos también las evidencias de una variedad de países, que sugieren que a las mujeres les resulta muy difícil abandonar una relación violenta debido a las amenazas de más violencia, la falta de apoyo económico y social y las respuestas inadecuadas de las instituciones del estado.
Lo primero que salta a nuestros ojos es la violencia, la agresión que se despliega en un momento dado para con un otro que es una mujer. Y lo segundo, las consecuencias de ello para la víctima.
Una de las acepciones de la RAE sobre la violencia nos indica que es una “Acción violenta o contra el natural modo de proceder/acción de violar a una persona”.
En la violencia, impera solo el deseo de Uno que se manifiesta como soberano frente al otro, la mujer. No admite la existencia de ese otro.
En la violencia sexual se coarta la posibilidad de elegir; la opción de decisión es anulada; se manipula al otro para anular su posibilidad de pensar, creándole un agujero mental. El agresor quita la opción de decisión a aquel que va a ser violentado.
En última instancia, en la violencia sexual se trata de un acto cuyo objeto es el deseo de matar, de eliminar psíquica o físicamente al otro como sujeto; o también de matar el deseo en el otro, de lo humano que hay en el otro, de transformarlo en un no sujeto al privarlo de todo posible instrumento de placer, y, por tanto, de existencia.
Las consecuencias se inscriben a nivel físico y psicológico. Las primeras serán fracturas, hematomas en diversas partes del cuerpo, arañazos, cicatrices; siendo las psicológicas expresadas a través de síntomas depresivos, ansiosos, trastornos psicosomáticos, aislamiento social, trastorno de estrés postraumático y alteraciones de carácter sexual.
La violencia de género en España
Actualmente, España utiliza las leyes de arresto obligatorio y las órdenes de protección civil para reducir la violencia de género. Conviene como requisito que las mujeres finalicen la relación con sus parejas maltratadoras, en la medida en que los ubica en un riesgo de volver a ser agredidos.
Por ejemplo, se debe alentar a estas mujeres a no confrontar directamente a sus abusadores acerca de sus intenciones de irse, ya que esta acción está relacionada con el aumento de la violencia o incluso con el feminicidio (por ejemplo, el asesinato de una mujer).
En términos generales, aún queda mucho por debatir antes de poder ser capaces de abordar el problema de la violencia de género de forma idónea. Para que en España se ofrezca una protección real a la mujer debe afrontarse el problema de la falta de apoyo económico y social.
Este nuevo Curso de Violencia de Género está dirigido a psicólogos, criminólogos, trabajadores sociales, abogados y, en general, cualquier persona interesada en esta temática. ¿Te apuntas?