1. Introducción
De forma genérica indicamos que cualquiera que sea el ámbito y la modalidad, el objetivo de la terapia de pareja de forma central es conseguir insight y modificar los conflictos y dinámicas relacionales que generan sufrimiento.
En la psicoterapia de pareja, el trabajo se centrará especialmente en la contribución de cada miembro en la dinámica de la relación entre ambos, anudando la distinción entre la realidad externa y la visión interna y propia (consciente e inconsciente) que cada miembro de la pareja tiene de esa realidad.
También la estimulación del funcionamiento reflexivo de la pareja es otro de los objetivos fundamentales del tratamiento.
Alguno de los objetivos a alcanzar nos lo indican Scharff y Scharff:
- Reconocer y elaborar las identificaciones proyectivas e introyectivas mutuas de la pareja.
- Mejorar la capacidad de la pareja para proporcionarse mutuamente apego y autonomía, así como la capacidad de progreso.
- Recuperar la capacidad de comunicación inconsciente, que permitirá el desarrollo de la empatía, la intimidad y la sexualidad.
- Promover la individuación y la diferenciación entre los miembros de la pareja.
- Facilitar que la pareja recobre la confianza en sus posibilidades de crecimiento.
Despejamos alguna inquietud respecto a que no es objeto del tratamiento salvar o “pegar” de nuevo la relación de pareja; es decir la psicoterapia puede llevar a reconocer en la psicología de la pareja incompatibilidades que se instauran como insalvables, y por tanto culminar en la separación.
El encuadre habitual de la psicoterapia se estructura en sesiones semanales de 60 minutos. La duración de la intervención terapéutica es variable, breve o prolongada, aunque generalmente no alcanza más allá de dos años, en función de las necesidades de la pareja.
Las primeras sesiones se dedican al diagnóstico, para dar lugar a continuación a un encuadre de terapia de pareja propiamente dicho.
En un tratamiento prestaremos atención a las situaciones que generan afectos intensos, a las relaciones con las familias de origen, a los aspectos que se manejan con el terapeuta, a la interpretación de los patrones defensivos utilizados por la pareja y a confrontar las ansiedades básicas – lo relacionado con el ser abandonado, dañado o dominado – que pueden estar presentes en la relación.
El mecanismo de cambio que se intenta potenciar es la capacidad de insight y, a partir de ahí, de contener las proyecciones, percibiendo al otro de manera más precisa y realista. Se busca promover nuevas experiencias con el otro, de manera que pueda reorganizarse la relación.
Por tanto, un criterio de indicación importante para el tratamiento es que la pareja disponga de capacidad y de disponibilidad para observarse a sí misma, para adentrarse en la comprensión de sus experiencias emocionales.
2. Objetivos en la terapia de pareja
El objetivo principal del tratamiento de pareja es generar un cambio en la relación. Cuando la pareja se anima a consultar y pedir ayuda a un terapeuta es porque, en principio, desea mejorar la relación y no es capaz de resolver la situación por sí sola, y también incluiremos que en ocasiones es la última opción que toman antes de separarse; o incluso también como el intento de que “alguien” los separe.
Es habitual que la conducta de uno que forma la pareja puede desencadenar reacciones en el otro y éstas a su vez generar nuevas conductas que pueden entrar en una espiral de conflicto creciente sin salida aparente, eso que denominamos bucle.
Estas condiciones pueden modificar negativamente la relación y a cada uno de sus miembros. Uno de los elementos fundacional de la relación terapéutica será que es imprescindible su participación en el trabajo común que se les propone de forma voluntaria y sin presiones externas.
El terapeuta ofrece un espacio donde se facilita la interacción entre los dos cónyuges, propone un trabajo de investigación que proporciona comprensión a los conflictos de la relación y con ello emergerán aspectos de la pareja que hasta el momento seguramente han sido ignorados o encubiertos.
3. Funciones y objetivos terapéuticos en la terapia de pareja
Mencionamos algunas de las funciones a llevar a cabo en nuestra intervención en el ámbito de la pareja:
- Mejorar la relación de pareja.
- Apreciar aspectos individuales de cada miembro.
- Tomar conciencia de las dificultades y valorar si el cambio es posible o no.
Un buen tratamiento de pareja puede terminar con una mejora de la relación o con una separación aceptada por los dos miembros de la pareja que evite la repetición de sus conductas inadecuadas con futuras parejas.
Los objetivos que podemos proponer son los siguientes:
- Generar un cambio terapéutico en la relación que permita movilizar la colusión.
- Alcanzar un buen conocimiento de sí mismo por parte de cada miembro de la pareja para poder entender cómo actúa en su relación.
- Aceptar y comprender al cónyuge tal cómo es.
- Mantener expectativas próximas a la realidad respecto a cada uno y a la propia relación.
- Permitir y respetar las áreas personales.
- Detectar e interpretar el elemento patógeno compartido por la pareja que denominamos colusión.
4. Características y particularidades del tratamiento conjunto
Una vez empieza el tratamiento es primordial que el terapeuta tenga claros los objetivos, que sepa donde quiere ir y cuente con un esquema mental flexible y adaptable a las necesidades de cada momento.
Es primordial que sepa escuchar y entender lo que la pareja aporta a cada sesión, sus dificultades y sus ansiedades.
El terapeuta tenderá a favorecer la comunicación entre cónyuges para poder llegar a conclusiones y realizar pactos.
5. Indicaciones y límites para realizar terapia en la pareja
Resumimos las siguientes indicaciones para llevar a cabo la terapia de pareja:
- Que presenten un problema que sea fundamentalmente de pareja.
- Que ambos miembros estén de acuerdo en realizar la terapia.
- Que sepan distinguir entre mejora de la comunicación y mantenimiento de una vida en común,
- Y que el terapeuta pueda intervenir libremente sin verse molestado por demasiadas contradicciones entre las dos condiciones precedentes.
Los límites vendrán determinados porque uno de los miembros venga forzado por la insistencia del otro y después de algunas entrevistas la situación no haya cambiado; que la nueva comprensión que adquiere cada persona en la terapia puede ser utilizada patológicamente; que los cónyuges presenten un frente unido que frustre los esfuerzos del terapeuta por efectuar un cambio o que el terapeuta considere que puede ser mas conveniente una terapia individual.
Para saber más sobre las relaciones en pareja
Si quieres formarte y aprender más sobre la terapia en pareja, puedes echar un vistazo a nuestro curso Experto en terapia de pareja.
