I. Introducción
El desarrollo de la oncología ha exigido que haya expertos en psicooncología que se especialicen y colaboren en programas de trabajo interdisciplinar, bajo el principio de la atención a aspectos emocionales, psicológicos, sociales, educativos.
Por ello, la figura del psicólogo se ha reivindicado como miembro del equipo. La Psicooncología como disciplina es relativamente nueva. Determinados factores, influyeron en el desarrollo del área de Psicooncología, a saber (Cruzado, 2003):
∙ Importancia sanitaria y social del cáncer.
∙ El hecho de que los pacientes y sus familiares se encuentren atravesados por numerosos acontecimientos estresantes más o menos largos e intensos.
∙ Importancia de aliviar el sufrimiento.
∙ El derecho de la información dada al paciente bajo la posibilidad de participar en las decisiones terapéuticas.
∙ Desarrollo y comunicación entre los profesionales sanitarios y pacientes.
∙ Formar a profesionales para manejar emociones y situaciones estresantes; afrontar el estrés profesional y evitar el burnout. ∙ Prevenir, promover y educar para la salud, desee la perspectiva de la importancia de los estilos de vida y hábitos en relación a la etiología de la enfermedad.
II. Los primeros pasos de la Psicología Oncológica
En la década de los noventa se tomó interés los aspectos psicológicos y conductuales de las personas afectadas de cáncer. Esto impulsó el nacimiento de una subespecialidad en Oncología, referida al tratamiento psicológico. En Estados Unidos se adopta el término de Psicooncología, mientras que en Europa se prefiere el de Oncología Psicosocial. Desde el inicio, la psicooncología se determina en abarcar dos dimensiones psicológicas que incumben al paciente enfermo de cáncer. La primera, se centra en la respuesta emocional de los pacientes, de sus familiares y de todos aquellos a los que les concierne el cuidado en las diferentes fases del tratamiento (psicosocial).
La segunda dimensión hace referencia a los factores psicológicos, de conducta y de aspectos psicosociales que pudiesen influir en la morbilidad y mortalidad de los pacientes afectados de cáncer (psicobiológico).
Esta nueva subespecialidad tiene una vida aproximada de veinticinco años. En la actualidad aún carecemos de instrumentos propios para el estudio e investigación científicos. Pero es importante señalar que existen un buen grupo de profesionales que están capacitados para el área clínica y de investigación. Se resiente el área formativa, a pesar de que ya existen programas internacionales y nacionales en cada asociación nacional. Esta subespecialidad sigue creciendo y desarrollándose de tal forma que ya no es posible la atención al enfermo de cáncer y sus familiares sin la intervención de un equipo multiprofesional que se haga cargo de los cuidados en todos los sentidos.
Inicialmente, en las unidades se contaba con la experiencia clínica del cirujano, oncólogo y radioterapeuta. Ahora este plantel se incrementa con la participación y experiencia del equipo
psicosocial: psiquiatría, psicólogo, trabajador social y enfermería. Contribuirán al manejo clínico del afectado, aportarán en la investigación, en el área educativa y de formación en psicooncología.
Desde principios del siglo XXI, el avance de esta especialidad ha sido patente tanto en España como en América latina. Ha sido determinante la aportación en el campo del estudio e identificación de las diferencias culturales, así como de la influencia de los diferentes sistemas de salud, de la calidad de vida y de la adaptación de los sujetos.
En 1984 se crea la Sociedad Internacional de Psicooncología, que difunde estudios multiculturales y programas de formación a profesionales a nivel mundial. Fija su atención a los aspectos psicosociales de los sujetos afectados de cáncer junto a sus familiares y los divulga en la comunidad internacional.
III. La internacionalidad de la Psicooncología
La Psicooncología se inició en la década de los años setenta. Se incrementó el interés y el trabajo por la Psicooncología en todos los países del mundo. Los países impulsores fueron Estados Unidos Y Suecia. Le siguieron, Reino Unido y Dinamarca. Posteriormente se sumaron a este esfuerzo otros, como Japón, España, Turquía y Portugal. Por su parte, en África se realizaron Congresos en la década de los años noventa (Sociedad Panafricana de Psicooncología). En la India se desarrolló gracias a la intervención de dos asociaciones que promovieron la divulgación de la especialidad de Psicooncología.
En cada país, emergieron asociaciones que generan una nutriente red de profesionales que a su vez crearon una demanda de las actividades formativas en esta área.
Uno de los handicaps que arrastra la subespecialidad son los programas de formación a nivel global. La Sociedad internacional de Psicooncología auspicia programas de formación, concretamente destacamos el de Holland y de Die Trill que adaptan currículos según las necesidades de diferentes culturas.
A nivel organizativo nacional, señalamos las de Razavi y Ratzak, en Bélgica y Alemania respectivamente. En Inglaterra las necesidades formativas se llevan a cabo por Fallowfield y Maguire, y en Estados Unidos destaca Biale. Todos ellos son pioneros en el campo y se asocian a la formación universitaria. Es habitual en las grandes metrópolis que los hospitales con unidades de psicooncología y cuidados paliativos se encarguen de la formación al personal sanitario en el área de salud mental.
Es importante y significativo destacar el esfuerzo de países de habla hispana con respecto de la evolución de la implementación del área psicosocial, a pesar de que cuentan con un número aún pequeño de profesionales capacitados, y de escasa presencia de sociedades nacionales de Psicooncología.
Realizaremos un recorrido por los diferentes países para comentar la especialidad que nos ocupa.
Referencias internacionales en Psicooncología: ∙ Holland y Die Trill (Adapatación de currículos a diferentes culturas) ∙ Razavi (Belgica) y Ratzak (Alemania) ∙ Fallowfield y Maguire (Inglaterra) ∙ Biale (Estados Unidos) ∙ AECC, Die Trill (España) ∙ Juan Romero Romo (México) ∙ Elizabeth Plaza y Marcelo Campillay (Chile) ∙ Noemí Fishman (Argentina) ∙ Therenzinha Penna (Brasil) ∙ Jorge Grau (Cuba) ∙ Rubén Cesarco (Uruguay) ∙ Antonia Barbosa y Virgilio Kasprzykowski (Portugal) |
En España, la especialidad es llevada a cabo por La Asociación española contra el Cáncer (AECC) y la Asociación Española de Cuidados Paliativos que apoyan y auspician la formación en Psicooncología y en los Cuidados paliativos. La primera unidad se creó en el Hospital Gregorio Marañón, dirigida por la Dra.Die Trill. En Barcelona se lleva a cabo por el Dr. Gil.
IV. Qué es la Psicología oncológica
Cruzado (2003) señala a la Psicooncología como: “campo interdisciplinar de la psicología y las ciencias biomédicas dedicado a la prevención, diagnóstico, evaluación, tratamiento, rehabilitación, cuidados paliativos y etiología del cáncer, así como a la mejora de las competencias comunicativas y de interacción de los sanitarios, además de la optimización de los recursos para promover servicios oncológicos eficaces y de calidad.”.
Cruzado (2003() indica que cuatro son las áreas sobre la que se despliega su intervención: asistencia clínica, docencia, prevención e investigación. La asistencia hace referencia a la intervención psicológica con pacientes y familiares; uno de sus fines es el de mejorar su adaptación y calidad de vida. La docencia abarca la formación de profesionales en el campo de la comunicación y el manejo de la precipitación de situaciones estresantes. La prevención se ubica en el desarrollo de programas de educación para la salud, y, por fin, la investigación en aquellos aspectos comportamentales y de interacción social emergentes en la enfermedad.
Este mismo autor, Cruzado (2003), indica que cuatro son las áreas sobre la que se despliega su intervención: asistencia clínica, docencia, prevención e investigación.
La asistencia hace referencia a la intervención psicológica con pacientes y familiares; uno de sus fines es el de mejorar su adaptación y calidad de vida. La docencia abarca la formación de profesionales en el campo de la comunicación y el manejo de la precipitación de situaciones estresantes. La prevención se ubica en el desarrollo de programas de educación para la salud, y, por fin, la investigación en aquellos aspectos comportamentales y de interacción social emergentes en la enfermedad.
V. Objeto de la Psicología oncológica
Ikonicoff (2008) indica los siguientes objetivos:
∙ Realizar un tratamiento integral en equipo multidisciplinar en equipo de trabajo compuesto por médico oncólogo, paciente y su familia.
∙ Desarrollar la comunicación entre el paciente, sus padres, médicos e integrantes del equipo de asistencia.
∙ Precipitar que el niño se una, y participe activamente, así como los familiares en decisiones de tratamiento.
∙ Transparencia de la información ofrecida al paciente y a sus familiares, creando un espacio para que fluyan las preguntas con nuestra actitud de dejar claro algunas “creencias” acerca del cáncer.
∙ Apoyar y contener según se vayan sucediendo las etapas: diagnóstico, tratamiento, recidiva, supervivencia o terminal-paliativos.
∙ Ayudar a los pacientes en el procesamiento de sus emociones, alentando a que las expresen.
∙ Establecer contacto y comunicación con el centro escolar, poner en contacto, si es preciso, a los docentes de hospital con el centro de referencia escolar.
∙ Intervenir en los aspectos psicológicos, sociales y comportamentales; en las reacciones psicológicas de los pacientes y familiares durante todo el tratamiento o momentos. También del conjunto de factores psicológicos, conductuales y sociales que determinan la morbilidad y mortalidad de la enfermedad (Méndez, 2005).
A continuación, indicaremos las funciones que tiene el psicólogo en el ámbito oncológico según Cruzado (2003):
1. Evaluación Clínica: El profesional se dirigirá a áreas como las capacidades cognitivas, adaptación a la enfermedad y al tratamiento, comprensión de la información, participación y confianza en la toma de decisiones, adherencia médica y estilos de afrontamiento. Otra de las evaluaciones clave será la evaluación del estado emocional, la calidad de vida y el apoyo familiar junto a la red social.
2. intervención/tratamiento psicológico: identificación de emociones negativas; intervención en la afectación por los cambios sufridos en la imagen corporal; intervenciones en el ámbito familiar; orientación
3. Intervención con el personal sanitario: Formación en comunicación e intervención individual y grupal para que los profesionales puedan afrontar el estrés, manejen sus emociones.
4. Prevención. Psicoeducación: Educación para la salud, promoción estilos de vida y comportamientos saludables. Importancia del Consejo Genético Oncológico.
5. Investigación.