Hace poco leímos este artículo de El País sobre la obesidad, consideramos que es un tema importante y por tanto hemos preparado este artículo sobre ello.
La obesidad es un problema de salud a nivel mundial que precipita el desarrollo de enfermedades como la diabetes, la hipertensión arterial, la osteoartritis y enfermedades coronarias.
En uno de nuestros cursos indicamos que algunos autores advierten que la herencia, en su determinación de la obesidad, solo representa el 33% y, por tanto, que el resto del 66% de la variabilidad de la misma deben su causa a otro tipo de factores; en general, la literatura en torno al tema analiza el desarrollo y prevalencia de la obesidad bajo la determinación de factores genéticos, ambientales y culturales, así como también los derivados de la personalidad y conductuales.
Se define la obesidad como un exceso de grasa corporal en el organismo. Este exceso se determina en base a diferentes tipos de estándares y por tanto de diferentes tipos de medidas de los mismos; varían en cada época y cultura, correspondiéndose con las variaciones de la definición de lo que es el tamaño del cuerpo ideal.
la obesidad es un síntoma. Una de las postulaciones posibles es que se forma como una reacción de compromiso ante un afecto que no es tolerado por el yo de la persona. Sería coetáneo establecer que la obesidad de tipo exógeno configura la parte manifiesta de un problema o conflicto psíquico, el cual no pudo ser resuelto ante las fallas de los mecanismos de defensa.
Estas fallas corresponderían al desarrollo de un yo débil, ausente de recursos adaptativos que de salida al conflicto.
Una autora de renombre, Bruch, clasifica a los pacientes obesos por grupos, en función de su adaptación psicológica, formulando la presencia de tres grupos principales. Uno, de personas competentes que son pesadas; su exceso de peso no se relaciona con un funcionamiento psicológico anormal. Los otros dos grupos de obesos sí los relaciona con problemas psicológicos: el segundo de estos grupos presenta “obesidad del desarrollo”, en donde su obesidad se ha presentado junto al desarrollo del individuo y, asociado a ello, muchos aspectos de la personalidad presentan problemas. El tercero sería representado por una “obesidad reactiva”, desarrollada como reacción a un evento traumático.
En la obesidad reactiva la sobreingesta y el exceso de grasa parecerían funcionar como un tipo de defensa contra la ansiedad o una reacción