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Qué es la infoxicación y cómo nos afecta

1. Qué es la infoxicación

Los datos son abrumadores. Según la AIMC (Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación), el 37% de los españoles se conecta entre 10 y 30 horas semanales; el 9% lo hace más de sesenta horas. En cambio, el tiempo dedicado a interacciones reales cara a cara se ha reducido paulatina, de seis horas diarias a apenas dos (J. A. Redondo).

Alfons Cornellá es físico y utiliza el neologismo infoxicación para indicar, condensadamente, la articulación de la información y de la intoxicación respecto de la información recibida; esta es mucho mayor que la que en realidad somos capaces de procesar. Las consecuencias para la psique son negativas, se produce una sobresaturación de información.

La infoxicación es el exceso de información. La disposición del usuario es estar en todo momento on, (estar siempre conectados), dispuestos a recibir toda la información que el sistema nos haga llegar, a pesar de que no será posible dedicarles tiempo de profundización. Una de sus consecuencias será la de pasar, saltar, de un tema a otro sin parar, sin detenernos a pensar, a reflexionar o a profundizar, donde la importancia reside en la cantidad en detrimento de la importancia o relevancia. Aquellos que serán los más predispuestos a la infoxicación serán los que confundan la cantidad con la calidad de la información.

Todo este torrente de palabras hace posible el colocar información falsa al lector, incapaz de realizar una discriminación sobre aquello que es cierto, posible o rotundamente falso. Por ello, son tan importantes los títulos o epígrafes, no solo ya porque indicarían lo que se aborda en el texto, sino también porque no se va a leer más que el título, cuestión que llevará indefectiblemente al engaño. De esta forma, este lector de información ávida se convierte en un caníbal de palabras, un fagocitador de letras, algo que desde la psicología nos apuntaría a pensar en un acto bulímico.

2. Consecuencias de la infoxicación

Es un error hacer diferencias con respecto de las personas que pueden verse afectadas por este fenómeno actual, es decir, que solo se precipitaría en aquellos que se relacionan con la información bien para elaborarla o que trabajan directamente en ella. Es un fenómeno que afecta a todos ya que el medio social está implicado, lo favorece e impulsa y cada uno de nosotros, más o menos, utilizamos alguna de las tecnologías de la información y, además, bajo alguna de las formas de exceso.

Esta disposición a la intoxicación es porque nos aferramos fuertemente a las nuevas tecnologías, nos hacemos dependientes. Acudimos a las nuevas tecnologías por consumo, o, mejor, somos consumidos por ellas, dejamos de ser un sujeto para convertirnos en objetos. Se precipita la inmediatez, ese elemento que trabajó Goldenberg como destrucción de la experiencia y que abordaremos seguidamente.

Nos creamos, artificialmente, necesidades que nos parecen fundamentales; ahí es donde vamos a ser consumidos, donde poco después, también de forma inmediata aquellos que nos parecía de primer orden quedará relegado por otra nueva noticia, por otro imput que hay que atender, quedando relegado y olvidado un pasado inmediato.

Una de las peculiaridades en el sujeto contaminado es que solo podrá remitir a otros la información tal como si se tratase de un aparato de reproducción, una máquina en definitiva, no habrá reflexión, ni matices personales, y seguramente transmitirá mediante otro artilugio digital, las redes sociales. Quizá otra característica más íntima es que el sujeto percibirá un nerviosismo en sí mismo, una ansiedad o un estrés que no le permitirá leer el texto de forma sosegada y tranquila, puesto que sabe que seguidamente hay otro trozo del pastel que tiene que devorar; uno de sus resultados será que se saltará palabras, abordará el texto en diagonal, sin entender lo que lee.

3. Síndrome de fatiga informativa

el psicólogo David Lewis acuñó el término de síndrome de fatiga informativa (Dying for information?) en un trabajo para la agencia de noticias Reuters. Postula Lewis que afecta a aquellas personas que abordan mucha información acumulada de muchos documentos, entre ellos de periódicos, libros, correos electrónicos, faxes, whatsapp, redes sociales. Las consecuencias de esta saturación de información es un bloqueo en su capacidad analítica, de precipitación de ansiedad y dudas, que precipitará en la toma de malas decisiones y de alcanzar conclusiones equívocas y erróneas.

En su trabajo para Reuters, destacó que cerca del 75% de los profesionales entrevistados determinaron que el estrés asociado al manejo de altos flujos de información tenía como consecuencias daños en sus relaciones personales, tendencia a la baja en la percepción de satisfacción laboral y relaciones tensas con sus colegas de profesión.

4. Signos de la época actual

Como parte de los efectos que se producen a partir de la posmodernidad, signamos aquellos que participan en este fenómeno que tratamos de la intoxicación patente en la vida actual por este exceso de información, y que Arrabal llego a señalar que tal exceso era la causa del cáncer, no ya tanto de la causa biológica, sino por aquello que destruye los cuerpos y las mentes. Hacemos valer los signos propios de la sociedad capitalista contemporánea que apunta Goldenberg que, aunque apunta a siete, nosotros nos ceñiremos para el tema que nos ocupa a cinco de ellos:

a) Procedimientos de homogeneización

Destacamos los de carácter discursivo, eminentemente volcados a la promoción del pragmatismo, a la desacreditación de la razón y el pensamiento. Hacer rasero con las mentes, los mecanismos de pensar, con los modos de consumo en una idea única de vida moderna. La información como consumo.

b) Desintegración del concepto de experiencia

Al precipitarse la desintegración de la experiencia, toma lugar lo inmediato, lo actual, lo nuevo que, además, se transforman en valores sociales únicos. El sujeto se vuelca hacia la novedad, lo anterior se torna obsoleto, fuera de moda, absolutamente prescindible. Se cierra la posibilidad de que en el recurso subjetivo a la experiencia se recree la diferencia absoluta entre el tiempo original, perdido, de la subjetividad y el movimiento incesante hacia su captura imposible. El sujeto ya no recrea, no compara, no se vale de lo que posee para juzgar, analizar y comparar.

Agamben también menciona el concepto de destrucción de la experiencia. En nuestros propios términos podríamos denominar una forclusión generalizada, característica del malestar en la cultura contemporánea. Por destrucción de la experiencia Agamben entiende el hecho manifiesto de que buena parte de nuestras vidas se va en experiencias que no son registradas, que no se inscriben en la memoria: acciones que efectuamos como autómatas sin saber por qué y sin querer saber por qué; acciones que no hemos de olvidar porque nunca han sido inscritas en la memoria. Desde esta concepción, el recabar el máximo de información sería equivalente al automatismo de recolectar para nada.

c) Desaparición de la memoria

Se reduce esta a una capacidad reproductiva, se la simplifica como un aprendizaje simple, puramente repetitivo. Con ello siglos de historia, de diferencias culturales, del sentido mismo de identidad y dignidad personales caen, profundamente, en el olvido. O también podemos decir que la memoria sin articular con la experiencia, esto es, solo pura memoria que nos haría ser un aparato de repetición de palabras de información.

d) Declinación de la imago paterna

Las imago, como representación imaginaria determinada por el inconsciente y, en este sentido, ancladas en la determinación misma de la subjetividad, se expresan en lo social como formas simbólicas que, a lo largo del tiempo, consagran la diferencia, el sentido de la autoridad, del respeto a lo diferente, de la prevalencia de códigos basados en la jerarquía. En la actualidad, todo da lo mismo, cualquier expresión de autoridad o respeto pasa por sumisión, la diferencia real se degrada para dar paso a formas descriptivas donde el mensaje es simple: todo vale.

e) Rechazo de la contingencia.

Lo predecible, lo controlable, se ponen en primer plano. No hay lugar para lo imprevisto, para la ocasión sorpresiva que abre la interpretación hacia lo auténticamente nuevo. La novedad del consumo suprime lo novedoso de la sorpresa, se trata de que lo contingente desaparezca en una lógica de lo predecible (en nuestro caso, una palabra diferente que surja a partir del texto, pero son ser igual al texto de referencia)

5. La globalización

Giddens apunta que La globalización es política, tecnológica y cultural, además de económica. Se ha visto influida, fundamentalmente, por cambios en los sistemas de comunicación, que devienen de finales de los años sesenta\”. Estos cambios están ligados al flujo y al funcionamiento actual del capital financiero internacional concentrado en algunas pocas empresas transnacionales. La aldea global es el saqueo del globo por parte de unos pocos; la globalización, de la mano del neoliberalismo, es un totalitarismo.

La globalización ha modificado nuestro interior, lo que sucede dentro de nosotros, influye en los aspectos más personales e íntimos de nuestra vida. Estas modificaciones no han sido benignas. \”Nación\”, \”familia\”, \”trabajo\”, \”tradición\”, \”naturaleza\” significan hoy algo diferente que en el pasado. “Allí donde las maneras tradicionales de hacer las cosas se disuelven, cuando la gente se casa o forma relaciones hay un sentido importante en el que no sabe lo que está haciendo porque las instituciones del matrimonio y la familia han cambiado muchísimo\”, dice Giddens. Somos la primera generación que vive en una sociedad \”cosmopolita mundial\” fuera de nuestro control.

La ciencia y la digitalización forman hoy parte de nuestra vida cotidiana, pero al mismo tiempo se las percibe hoy cada vez más como transitorias y variables: ningún conocimiento, ni el llamado científicamente comprobado es hoy estable y duradero. Lo que la gente piensa cada vez más de las teorías científicas se podría decir parafraseando a Bachelard: \”ésta ya no\”, \”ésta tampoco\”; todo lo cual parece ponernos en una atmósfera de incertidumbre, de ausencia de parámetros en los cuales apoyarse con seguridad, y de un constante asumir el riesgo de nuestras decisiones sin poder predecir mucho sus consecuencias.

El mundo se ha tornado en algo enormemente complejo e inestable. Vivimos en un tiempo de cambios rápidos, vertiginosos. No solamente las tradiciones estarían desapareciendo, en Occidente, sino que el mismo concepto de \”tradición\” tal como nos lo legara la ilustración del Siglo XVIII estaría cambiando, quizá para bien. Es necesario liberarnos de los prejuicios de la Ilustración para poder redefinir varios conceptos. Curiosamente, al abandonarse muchas de las \”tradiciones\” de reciente cuño, y al buscarse una sociedad más tolerante frente a la diversidad, nuevas formas de intolerancia surgen un poco por todas partes: como si fueran aceptables algunas \”diversidades\” pero otras no.

6. Causas individuales de la infoxicación

Hemos indicado que el medio social actual con el manejo y popularización de las nuevas tecnologías precipitan actitudes en los sujetos, tales como estar al tanto en todo momento de lo qué se cuece como último minuto, en aquello que está pasando en la realidad, que es vivida y sentida de forma virtual, y que invita imperativamente a todos los sujetos a darse un festín de datos e información.

Pero también coexisten actitudes personales, individuales, propias de cada sujeto que, sin duda, se asocian y se vinculan a las determinaciones sociales.

  1. Apuntar a conseguir el todo. O lo que es lo mismo, que nada falte, o saberlo todo, como si fuera posible. Invita al sujeto a dirigirse a lo que supuestamente le dará un nivel alto por alcanzar lo máximo.
  2. Dificultades en manejar el propio deseo, qué es lo que le interesa como información. Tener criterio para diferenciarse del Otro; tomar distancia de ese Otro social imperativo que apunta al goce.
  3. El aislamiento. Hay sujetos que pueden llegar a pensar que el contacto por redes o whatsapp es crear lazo social; contrariamente, cuanto más redes y contactos virtuales más aislado estará, cumpliéndose el aislamiento como forma de prevención al contacto, al afecto, a la sexualidad.
  4. Pertenecer al grupo de los relevantes distanciándose de ese nuevo grupo social compuesto por los llamados irrelevantes, esa nueva clase social que está y estará excluida del mundo, de aquellos que no cuentan ni contarán para el resto de los mortales.

7. Qué hacer frente a la infoxicación

Ahora que ya conocemos su existencia, largo recorrido desde su postulación en su referente inglés overland information ya en 1996, podemos apuntar algunos elementos para abordar este fenómeno.

  • Auspiciar debates reflexivos grupales sobre nuestra utilización de las nuevas tecnologías; desde el entorno escolar hasta en los espacios sociales (empresas, sindicatos, compañeros, profesionales).
  • Propiciar los encuentros verdaderos entre personas, aminorando los virtuales.
  • Búsqueda de espacios individuales reflexivos para abordar nuestra relación con estos medios, así como los elementos internos que nos habitan. Búsqueda de criterios propios.
  • Utilización de información de calidad.
  • Diversificar el deseo en actividades diversas y variadas. Utilizar el tiempo libre en actividades que no estén implicadas con las TIC´S.
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