Después de la lectura de este texto de El Periódico solo añadir algo que nos parece fundamental: la influencia de los padres, cuidadores, en la regulación emocional de sus hijos.
El fenómeno de la regulación emocional vuelve a resurgir. Algunos autores (D. Calkins y Ashley Hill) indican que los procesos de regulación emocional “constituyen comportamientos, habilidades y estrategias, sean conscientes o inconscientes, automáticas o con esfuerzo, que se hallan al servicio de modular, inhibir y enlazar experiencias con expresiones emocionales”. La regulación emocional se conforma, en los estadios del desarrollo, en la infancia más temprana, en la fase neonatal (desde los tres meses). El niño se deslizará desde la dependencia de sus padres a la independencia respecto de su regulación emocional.
En el desarrollo de la regulación emocional participan factores intrínsecos y extrínsecos. Respecto de los factores intrínsecos, mencionaremos el temperamento, que se relaciona con la reactividad. En ésta, los mecanismos del niño se sujetan en la fisiología y en sus reacciones comportamentales frente los estímulos.
También participan en los mecanismos los sustratos neurobiológicos: sus procesos y funcionamiento intervendrán en la etiología de formas de control temprano.
Aunque estos factores son decisivos en la regulación emocional, los estudios realizados indican que los desarrollos concurren en un contexto social, precipitados en un tiempo inicial del desarrollo. El contexto social es, por supuesto, los cuidados de los padres.
Respecto a los factores extrínsecos para la regulación emocional adquieren un lugar fundamental los padres, cuidadores de facto. En su intervención hay que destacar la fundamentación en la adquisición de habilidades con el objeto de reducir el estrés emocional. Está intervención se inscribe en la denominada “relación de apego”, de primera determinación para la regulación emocional.
Bowlby es el autor que desarrolla “la teoría del apego”, sosteniendo que “una buena relación de apego en el primer año de vida provee al niño de un sentimiento de seguridad que le permitirá adaptarse a varias situaciones estresantes en su desarrollo”. El apego hace referencia al vínculo emocional, afectivo e intenso que se establece entre un bebé y su cuidador principal, padre o madre. En última instancia, las relaciones de apego si son suficientemente buenas en la adquisición de habilidades influirán positivamente en la regulación emocional.
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