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Diferencia entre psicología jurídica y psicología forense

En general, el espacio académico en el que se ha incluido la Psicología Jurídica ha sido el social, dado el carácter de interacción existente en la misma (regular comportamientos, normativas, decisión judicial después de sopesar dos partes, etc.) (Clemente, 95).

Pero a pesar de este reconocimiento también se suelen señalar tradicionalmente tres divisiones de la psicología legal, dependiendo del campo de la psicología en el que el profesional se encuentra formado o aplica sus conocimientos, siendo éstas la Psicología Social, la Psicología Clínica y la Psicología Básica.

Los primeros tienden a estudiar cuestiones de toma de decisiones, en España se han desarrollado fundamentalmente estudios en relación con las sentencias judiciales (Arce, Fariña y Seijo, 2005), y también ha tenido su desarrollo los estudios con respecto al jurado (de Paul, 1995). Los segundos tratan con cuestiones dentro del campo forense (Juárez, 2002; Urra y Vázquez, 1993); y los terceros se centran, entre otras, en cuestiones de percepción y memoria en testigos y jurados (Diges y Alonso-Quecuty, 1993; Juárez 2002).

De forma genérica, podemos ubicar a la Psicología jurídica como la aplicación de la ciencia y profesión de la psicología a las cuestiones y temas legales.

La historia internacional sobre el desarrollo de las relaciones entre Psicología y Derecho según Jiménez Burillo en 1986 que señala 4 hitos importantes que influyen en su desarrollo:

  • Abarca desde inicios del siglo XX hasta los años treinta y son los primeros trabajos de Stern, Binet y Münsterberg que versan sobre los procesos psicológicos del testimonio. Münsterberg, (On the Witness Stand,1907), propuso la utilización de un Test de asociación de palabras que permitiera postular la culpabilidad o no de los acusado.
  • Alcanza hasta la década de los cincuenta del siglo XX. Esta épica se caracteriza por la determinación de la colaboración entre Psicología y derecho, intentando poner en práctica la psicología a los procedimientos de la práctica legal.
  • El tercer momento determinante se articula desde los años cincuenta a los setenta, donde se deja sentir la influencia de la psicología clínica y de la psicología social en áreas concretas como la influencia de la publicidad sobre la causa judicial antes de celebrarse el juicio y los problemas derivados de la segregación racial y los derechos civiles, y los trastornos mentales. En estos tiempos hay que batallar con la resistencia de los juristas a que los psicólogos aporten sus conocimientos

Un punto de inflexión ocurre en EE.UU  en 1962, el caso Jenkins. Un psicólogo realizó una pericial sobre este caso y fue rechazada por no ser médico el practicante de la pericia. La APA elevó sus protestas y en el recurso de casación se admitió la pericia psicológica. Desde entonces se decidió que ante un Tribunal un profesional sería valorado según su especialización y conocimientos y no por su titulación (Juárez 2002 y Vázquez, 2008).

En este mismo sentido, apuntamos el caso del \”Juego del Rol\” en 1997 como un punto de inflexión en España en defensa de la peritación de los psicólogos frente a otros profesionales de la salud mental.  Ya en 1992 una Sentencia del Tribunal Supremo dictó la importancia de la pericial psicológica en la medida en que aporta medios de conocimiento, y que el Tribunal no puede obviar; La sentencia hacía mención a la evaluación de la credibilidad del testimonio (Catalán, 2015).

El cuarto momento se produce con el despliegue de la Psicología jurídica a partir de los años setenta, fundamentalmente en los países anglosajones; proliferan las publicaciones, creciendo el interés sobre la materia, determinantemente en el ámbito del Derecho Penal y en el de la selección y toma de decisiones de los Jurados

¿Cómo surgió la psicología en el ámbito legal en España?

En nuestro país, Romero y Urra (2006), señalan que las primeras menciones históricas sobre Psicología aplicada al ámbito legal aparecen con la Ley de Sanidad Española de 1885, creando un cuerpo de \”Facultativos Forenses\”.

El segundo momento se precipita en el año 1932 cuando Emilio Mira y López publica el \”Manual de Psicología Jurídica\”; articula el futuro de la Psicología en este ámbito.

Igual que en el ámbito internacional, en nuestro país se despliega en los años setenta los dos primeros precursores Muñoz Bayés y Munne (1980); fueron recopiladores de los artículos publicados en años anteriores, y publicaron bajo el título de Introducción a la Psicología Jurídica. 

Otro factor para el desarrollo de esta disciplina en España fue el efecto que consiguió la Psicología Penitenciara sobre los demás aspectos de la Psicología Jurídica. Los profesionales de la psicología desplegaron su conocimiento en el ámbito penitenciario a inicios de los años setenta, haciendo que en este despliegue del trabajo realizado en el ámbito judicial comenzaran a tomar interés instituciones y Universidades

En las últimas décadas del siglo pasado la Psicología jurídica fue potenciada por el propio Colegio Oficial de Psicólogos, dando lugar en los años noventa a la creación de la Coordinadora Estatal de Psicología Jurídica (COP)

¿Cuál es la labor de un psicólogo forense?

Uno de los desarrollos más importantes dentro de la Psicología jurídica ha sido en el ámbito de la Psicología Forense. Su ámbito de actuación es la aplicación de la psicología a los tribunales.

Existe un importante reconocimiento de los profesionales en el contexto de la peritación tanto desde el ámbito público (Administración de Justicia en su secciones de Juzgados, Fiscalía de Menores, Juzgados de Familia, Incapacidades, Juzgados de Violencia de género, Vigilancia Penitenciaria) como desde el ámbito privado.

El Psicólogo/a Forense auxilia con su asistencia técnica emitiendo informes psicológicos sobre aspectos cognitivos, emocionales y comportamentales de sujetos investigados, condenados, testigos, víctimas y otros actores jurídicos dentro del contexto jurisdiccional donde se soliciten.

La labor del psicólogo forense se despliega en las materias que engloban objetos de pericia:

  1. Inteligencia y capacidades cognitivas
  2. Rasgos y trastornos de personalidad
  3. Psicopatología
  4. Lesiones y secuelas psicológicas
  5. Procesos de victimización y recuperación
  6. Conducta desadaptativa
  7. Testimonio y madurez psicológica
  8. Riesgo de conducta violenta y reincidencia
  9. Peligrosidad
  10. Valoración de competencia parental y alternativas de custodia y visitas, tutelas
  11. Evaluación e intervención psicológica en justicia de menores
  12. Capacidad testimonial y de comprensión de la participación en el proceso judicial

¿Por qué esta rama de la psicología?

Considero que la psicología forense efectivamente es una rama de la psicología jurídica, esto porque a lo largo de la historia y hasta la actualidad, el término más utilizado para referirse a la forma global de la aplicación de la psicología al derecho es “psicología jurídica”, la cual a su vez posee diversas especialidades o aplicaciones, entre ellas la psicología policial, psicología penitenciaria, psicología asistencial, victimología, mediación, psicología del testimonio y “psicología forense”, siendo esta última definida por Urra y Vázquez en 1993, como “la ciencia que enseña la aplicación de todas las ramas y saberes de la Psicología ante las preguntas de la Justicia, y coopera en todo momento con la Administración de Justicia.

Por lo mencionado en el párrafo precedente podemos observar que la psicología forense al igual que la psicología penitenciaria, psicología del testimonio y cada una de las mencionadas, cuentan con un campo de actuación claramente definido, cada una de ellas cuenta con sus propios enfoques teóricos, explicativos y empíricos, no obstante, siguen siendo ramas de la psicología jurídica, ya que comparten el objeto del estudio del comportamiento de los actores jurídicos y por lo tanto su actuar se encuentra en el ámbito del derecho, la ley y la justicia.

La Psicología Forense se encuadra dentro de la Psicología Jurídica, aunque ambos guardan campos de actuación propios. Los campos de estudios de estas dos ramas son:

La Psicología Jurídica (especialidad de la Psicología que facilita al Derecho el estudio del comportamiento de las personas) engloba a la Psicología Policial (cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado), a la Psicología Penitenciaria (prisiones) y a la Psicología Forense (juzgados y servicios de administración de justicia como familia, menores, clínicas médico-forenses).

Existen Otras áreas de actuación de la Psicología Jurídica, encontrándose en vías de desarrollo o de inicio como son la atención a la víctima, preparación psicológica para juicios, asistencia al detenido, asesoramiento a abogados y policías, mecanismos de adaptación, relación abogado-cliente, reacciones frente al Derecho y la Justicia, Psicología del documento (psicosemiótica), etc.

A continuación, relacionamos varias definiciones de autores acerca de la Psicología Jurídica:

Muñoz en 1975 la define como los conocimientos psicológicos aplicados a la ciencia jurídica

Teixidó en 1978 apunta al análisis y descripción de aquellas conductas y motivaciones que traspasa la propia individualidad para producir efectos jurídicos

Garrido en 1982 expone que la Psicología Jurídica es una unión entre la Psicología general y la Criminología, en la que se trata de aplicar los conocimientos y la metodología de la Psicología a la resolución de los problemas del Derecho.

Munné en 1987 destaca dos aspectos importantes en el ejercicio profesional del psicólogo jurídico:  primero, establecer unas pautas a la hora de diseñar unas leyes más acordes con los seres humanos y segundo, aconsejar para una distribución ideal dentro del sistema administrativo de justicia.

Seoane en 1989 señala que es el estudio de los procesos y mecanismos que justifican o alteran el orden social y facilitan o dificultan la regulación de los conflictos ante la norma.

Garzón en 1989 aporta que es la ciencia que describe y explica los factores psicológicos del poder judicial, los procesos cognitivos de la justicia y los fenómenos psicológicos de las personas implicadas en el proceso judicial.

El campo de actuación e investigación de la Psicología Jurídica es, para el Colegio Oficial de Psicólogos de España, el que se dedica al estudio del comportamiento de las personas que integran el área jurídica; este campo está reconocido por Asociaciones y Organizaciones a nivel nacional e internacional tanto de Psicología Jurídica como de Psicología Forense, ya que esta última para el Colegio Oficial de Psicólogos es un área específica de la Psicología Jurídica dedicado a la evaluación psicológica en el ámbito jurídico. Las funciones del psicólogo jurídico, según este Colegio, abarcan un gran abanico de campos de actuación:

 

 

 

 

Funciones del psicólogo jurídico

• Evaluación y diagnóstico

 

• Asesoramiento

• Intervención

• Formación y educación

• Campañas de prevención social ante la criminalidad y medios de comunicación

• Investigación

• Victimología

• Mediación

Ya conocidos los orígenes de la Psicología Forense, estamos preparados para abordar las definiciones que nos aportan los diferentes autores:

Weiner y Hess en 1987 toman a la Psicología Forense como “la evolución del cuerpo de estudios encaminados a elucidar la relación entre comportamiento humano y procedimiento legal, como, por ejemplo, estudios experimentales en cuanto a testimonios y memoria, toma de decisiones de jueces y jurados, comportamiento criminal, etc.”. Igualmente la señalan como “la evolución de la práctica profesional dentro o requerida a través del sistema jurídico, en sus dos ramas civil o penal”.

Garzón en 1990, indica que la Psicología Forense es “toda Psicología, bien Experimental o Clínica, orientada a la producción de investigaciones psicológicas y a la comunicación de sus resultados, así como a la realización de evaluaciones y valoraciones psicológicas para su aplicación en el contexto legal.”

Urra y Vázquez en 1993, la definen como “la ciencia que enseña la aplicación de todas las ramas y saberes de la Psicología ante las preguntas de la Justicia, y coopera en todo momento con la Administración de Justicia, actuando en el foro y mejorando el ejercicio del Derecho”.  Sus límites son los requerimientos de la Ley y el amplio rango que tiene la Psicología.

Para Dorsch en 1994, en el Diccionario de Psicología, la Psicología Forense es “la aplicación de la Psicología a la jurisprudencia” y la señala como “el intento de investigar la actividad profesional del psicólogo en sus fundamentos científicos y en su práctica”.

– La American Board of Forensic Psychology , Consejo Americano de Psicología Forense, considera  a la Psicología Forense como “la aplicación de la Psicología en las materias relacionadas con la ley y el sistema legal.  Actualmente, el término forense se refiere a la aplicación de los principios y prácticas científicas en el proceso judicial”.

Por tanto, la denominación “Psicología Forense” abarca un espectro de actividades e investigaciones específicas, bien diferenciadas de las áreas enmarcadas dentro de la Psicología Jurídica.  La delimitación Psicología Forense encuentra dos argumentos en favor de su uso:

  1. a) El gran consenso a nivel internacional, ya que es el término utilizado en el área anglosajona, y específicamente en los Estados Unidos (Forensic Psychology), donde ha logrado su mayor desarrollo.
  2. b) El paralelismo que existe entre la Psicología Forense y la Medicina Forense, la cual goza de una larga tradición y una clara delimitación.
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