blog psicología

mediación familiar

¿Para qué es la mediación familiar?

1. Qué es la mediación familiar

El centro que articula la mediación y en concreto la Mediación Familiar es el conflicto; concretamente, es el conflicto y el acuerdo. Estos son dos términos que se reclaman entre sí, que son de carácter teórico conllevando realidades complejas, connotadas por múltiples dimensiones: antropológicas, sociales, históricas, psicológicas, jurídicas, éticas y de procedimiento.

El objeto en Mediación familiar lo constituye los conflictos que se producen en el tejido familiar y/o de la pareja, es decir, entre sujetos que habitualmente comparten instituciones interrelacionadas, aunque de ámbitos distintos; nos referimos a la institución conyugal y la institución parento-filial.

El conflicto familiar sucede en un escenario psico-socio-cultural en el que se hacen presentes diversas tipologías de familia o de pareja. Ambas instituciones, la conyugal y la parento-familiar, están conformadas por elementos jurídicos (derechos, obligaciones, patrimonio, deberes, funciones, etc.), y a la vez están determinadas en su esencia tanto por la dimensión relacional (en el cual se inscriben el amor, la atracción, la empatía, el desafecto o el rechazo, las expectativas y frustraciones, las resistencias, el odio, las alianzas afectivas, etc.), como por las condiciones socio-económicas, culturales, medioambientales, éticas y religiosas. Todos estos elementos forman parte integrante de la realidad del conflicto familiar.

El objeto de la mediación en general y de la mediación familiar en particular es de naturaleza multidimensional: psicológica, social, jurídica, cultural y procedimental. El estudio y el conocimiento de este, así como su tratamiento conviene que sea de carácter multidimensional, es decir, multidisciplinar. Hay que tener en cuenta que los acuerdos que gestiona la mediación familiar tienen contenidos y consecuencias jurídicas, que han de ser regulados por la ley, y, en cambio, la gestación de los conflictos se produce en un entramado de carácter eminentemente psico-socio-cultural, a los cuales estará llamado al manejo el mediador, y de ello dependerá el éxito de la mediación familiar y, por tanto, de los efectos en el tejido familiar y social.

2. Características de la Mediación familiar

En la resolución de conflictos como principio no tiene el objetivo de establecer alguna solución predeterminada. No se trata de presentar el divorcio como una solución al conflicto. Ni, por supuesto, lo inverso, es decir, el auspicio de la paciencia y el aguante. La mediación familiar sirve para facilitar que la pareja en crisis pueda hallar solución a sus problemas y que les pueda permitir volver a una convivencia satisfactoria o a una separación de común acuerdo, satisfactoria para las partes.

Muchas © no han conseguido resolver su conflicto con la pareja, de tal forma que aquel se ve prolongado más allá de la separación, afectando a hijos, familia, patrimonio y a la propia estabilidad emocional.

El objetivo no es divorciarse ni continuar juntos, el objetivo consiste en ayudar y facilitar que las parejas en crisis puedan resolver sus conflictos y, juntos o separados, volver a mantener unas relaciones fructíferas.

La mediación como método de resolución de conflictos tiene las siguientes características:

  1. Es un proceso estructurado
  2. Que se desarrolla según fases
  3. Moldeable según técnicas que se aplican a lo largo del proceso
  4. Registra la orientación de las conductas y los cambios que se pretenden introducir en las mismas en orden a conseguir los acuerdos;
  5. A la vez explica las conductas y cambios a partir de las teorías que se asume.

3. La Mediación familiar en los casos de separación y divorcio

A continuación, aportamos las siguientes consideraciones y objetivos de la mediación familiar en estos supuestos.

La utilidad y el para qué sirve la mediación familiar se ajusta a las siguientes consideraciones:

  • La mediación no es un proceso entre adversarios, sino una forma en la que una vez tomada la decisión de divorciarse o separarse, y proporcionando ayuda a las personas para que negocien directamente tengan la oportunidad de alcanzar acuerdos en términos de beneficio mutuo.
  • La mediación ayuda a identificar los temas claves respecto a la repartición de los bienes, derechos y obligaciones, atención y necesidades de los hijos, y planes para el futuro.
  • Ayuda a eliminar el doloroso ambiente de ganadores/perdedores que forma parte de los divorcios resueltos por el sistema judicial.
  • El proceso consiste en una búsqueda mutua de una solución razonable; ninguna de las dos partes debe ganar a costa de la otra. Las soluciones han de surgir del proceso con un acuerdo creado y aceptado por las dos partes.
  • El proceso puede centrarse también en temas específicos y limitados como podrían ser los horarios del tiempo compartido con los padres, qué hacer con la casa, o otros temas que se quieran determinar.
  • Los miembros de la pareja se convierten en los dueños de sus vidas respecto al momento que viven. Pueden ser capaces de gobernarlas, se les devuelve la capacidad de responsabilizar se sus vidas en oposición a que un juzgado pueda tomar determinaciones sobre ellos.

Objetivos

Ayudar a los progenitores que están inmersos en una ruptura familiar a que tomen decisiones pactadas, a diferencia de la “batalla” entre ellos; Favorece también la actitud de los hijos hacia ambos padres.

Facilitar a los progenitores el contacto con los hijos; a compartir las funciones paterno-filiales a partir de una situación nueva: ruptura de pareja y de convivencia.
La mediación es una alternativa al litigio judicial; reduce el desgaste emocional, alcanza a lo económico, y puede llegar a ser más satisfactorio que el proceso judicial.
Los acuerdos que se pueden alcanzar apuntan a ser duraderos, estables en el tiempo y a su cumplimiento.

La mediación soporta ventajas de carácter objetivo, y satisfacciones subjetivas (aspecto muy significativo porque puede atemperar la agresividad de y en el proceso)
Apuntar hacía una reestructuración familiar.

4. Los 8 principios básicos de la Mediación Familiar

En la Mediación Familiar como método de resolución de conflictos (ADR) se trabaja desde una neutralidad activa, desde una perspectiva que no analiza, ni juzga ni sanciona, desde el convencimiento y comprobación de que la violencia, de cualquier tipo, representa y determina el desarrollo de los conflictos.

Desde la Mediación Familiar no se impone nada, ni siquiera la paz, ni ningún tipo de solución a posibles problemas que pudieran existir; tampoco se dan consejos y en muchas ocasiones no se intervine de manera directa ni se ejercita dirección alguna. A veces, la manera de resolver consiste en facilitar que las personas en conflicto comprendan las causas de los problemas que les aquejan.

Resumimos los principios básicos que atraviesan la mediación:

Voluntad

la pareja desea resolver de forma constructiva la situación de conflicto que traviesan y quieren llegar a soluciones que puedan aportar salidas a sus necesidades.

Voluntariedad

El proceso que se inicia por ambas partes es voluntario, conllevando la capacidad de iniciar, continuar o abandonar el propio proceso, sin perjuicio alguno.

Confidencialidad

En Mediación, el contenido de las sesiones se encuentra bajo secreto profesional. La única excepción es en los casos de violencia donde el mediador está obligado a comunicarlo a las autoridades y finalizar el proceso, ya que la violencia no se media. Los intervinientes tienen garantizada la expresión con libertad, y el mediador está llamado a respetarlo.

Flexibilidad

Hace mención a que el procedimiento de la mediación se adapte a las necesidades de las personas mediadas.

Neutralidad

Este principio le compete al mediador, hace referencia al principio de abstención de manifestar opiniones propias al respecto de lo que escucha, dando paso al respeto por las preferencias de las personas que intervienen.

Imparcialidad

La figura del mediador está llamado a realizar sus intervenciones sin favorecer a ninguna de las partes, así como mantener una actitud libre de prejuicios. Las partes son los que llegan a acuerdos; por su parte, el mediador se encargará de facilitar que encuentren las soluciones o pactos a sus conflictos.

Los intereses de los menores

En los casos de separación y divorcio, las decisiones que se tomen tendrán en cuenta el interés y bienestar de los hijos.

Transparencia

Cuando se hacen intervenir divisiones de bienes, en el proceso de mediación debe prevalecer la actitud de transparencia de las partes.

Si quieres conocer más la medicación familiar , como las fases del proceso mediador en las familias, y aprender sobre este tema, con nuestro curso en mediación familiar podrás hacerlo.

Carrito de compra
Scroll al inicio
Enviar mensaje
¿En qué podemos ayudarte?
Hola bienvenid@ al Instituto Superior de Formación Apertura Psicológica, conocido como Isfap.

En Isfap nos esforzamos por ofrecerte la mejor experiencia de aprendizaje posible. Queremos que aproveches al máximo nuestros cursos y másteres 100% online y que te sientas apoyado en todo momento. Por eso, siempre estamos disponibles para responder cualquier pregunta que puedas tener y para ayudarte en lo que necesites. ¿Te ayudamos?