Trauma
Pasemos a aproximarnos a la definición de Trauma. Laplanche y Pontalis lo definen como “acontecimiento de la vida del sujeto caracterizado por su intensidad, la incapacidad del sujeto de responder a él adecuadamente y el trastorno y los efectos patógenos duraderos que provoca en la organización psíquica”.
Como tal, el efecto del trauma en la economía psíquica es la generación de excitaciones excesivas que van más allá de la tolerancia del sujeto y de su capacidad de control y elaboración de los mismos. Los eventos o sucesos que lo precipitan son más fuertes que los recursos psíquicos del sujeto para controlarlos y tolerarlos, imposibilitando que el sujeto tenga opción a su elaboración; su derivación es un trastorno duradero en su funcionamiento.
Desde aquí podemos entender ciertos sentimientos de parálisis y entumecimiento que nos indican los sujetos que han sentido durante el desarrollo del suceso o hecho, creándoles un sentimiento de impotencia por no desarrollar la capacidad de control sobre el hecho o acontecimiento.
Algunas de las características que se precipitan a partir del trauma son:
- Proximidad de la muerte o amenaza de la vida a partir de un acontecimiento
- El estado psicológico del sujeto en el momento de su reacción ante el suceso
- Dificultad o impedimento de la persona para desplegar sus defensas habituales y reaccionar adecuadamente
- El conflicto psíquico que genera en el sujeto al no poder integrar la experiencia de forma consciente.
El Trastorno de Estrés postraumático (TEPT)
El término TEPT engloba dos aspectos bien definidos: por una parte, una respuesta de estrés que es patológica, y por otra el trauma. Frente a un estresor el organismo responderá buscando la adaptación, el equilibrio. Se trata de una adaptación con muchas dificultades puestas por el propio psiquismo.
El estresor puede ser físico o psicológico y la respuesta puede ser adaptativa (eustrés) o patológica (distrés). Es por ello que, estrictamente, deberíamos estar hablando de trastorno por distrés postraumático.
La respuesta del sujeto es inespecífica y desorganizada, no respondiendo exactamente al estímulo. Es, pues, un trastorno que sobreviene a partir de la experimentación de un trauma psíquico; bajo esta terminología se incluyen acontecimientos de diferentes índoles: naturales (catástrofes), accidentales (incendios), o acciones causadas por los seres humanos (tortura, maltrato).
El trastorno de Estrés Postraumático (TEPT) bajo el manual del DSM-5 se ubica dentro
de los Trastornos Relacionados con traumas y factores de Estrés. El Manual plantea que en estos pacientes suelen presentarse, entre otros, problemas con la regulación del humor, pobre concepto de sí mismo, problemas a nivel de las relaciones interpersonales, síntomas afectivos, ansiedad, síntomas disociativos y somatomorfos.
El DSM-5 (APA, 2013) define el trastorno por estrés postraumático como:
- Exposición a la muerte, lesión grave o violencia sexual, ya sea real o amenaza,
- Presencia de uno (o más) de los síntomas de intrusión siguientes asociados al suceso traumático, que comienza después del suceso traumático.
- Evitación persistente de estímulos asociados al suceso traumático, que comienza tras el suceso traumático
- Alteraciones negativas cognitivas y del estado de ánimo asociadas al suceso traumático, que comienzan o empeoran después del suceso traumático
- Alteración importante de la alerta y reactividad asociada al suceso traumático, que comienza o empeora después del suceso traumático.
- La duración de la alteración (Criterios B, C, D y E) es superior a un mes.
G. La alteración causa malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento. - La alteración no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (p. ej., medicamento, alcohol) o a otra afección médica.
Mecanismos de defensa y otros términos vinculados al trauma psíquico
Repetición
Acerca de este término, Laplanche y Pontalis nos indica es un “proceso de origen inconsciente, por el que el sujeto se sitúa activamente en situaciones penosas antiguas, sin recordar el prototipo de ellas, sino con la impresión muy viva de que se trata de algo plenamente motivado en lo actual”
Disociación
Mecanismo fundamental para la comprensión de las reacciones ante el Trauma. Es un fenómeno postraumático constituyéndose como una forma de defenderse contra el trauma; es un mecanismo de defensa que intenta contrabalancear el desequilibrio emocional que se precipita a partir del trauma. La operativa es inconsciente, cuya particularidad es la de disociarse de la experiencia, o, también, de sí mismo, de forma tal que pueda ser manejable el desborde energético.
Somatización
Es la tendencia a experimentar el síntoma de forma física. Es una forma de respuesta disociativa ante la irrupción del Trauma, donde los aspectos físicos no son integrados Janet (1920) señalaba que los recuerdos de las experiencias traumáticas se almacenaban fuera del campo de la conciencia para explicar este fenómeno; sin embargo, ello no impide que al estar fuera de la conciencia no ejerza influencia en la vida psíquica del sujeto
Emparentado con la somatización se ubica la Conversión, que es un mecanismo de formación de síntomas que consiste en una transposición de un conflicto en síntomas somáticos, motores o sensitivos. La característica principal de la conversión es su significación simbólica dado que estos síntomas expresan, a través del cuerpo, representaciones reprimidas.
Re-traumatización
Aparición de nuevos procesos disruptivos sobre el psiquismo individual y colectivo, que se precipitan a partir de hechos contextuales que reproducen, con sus características medulares, una condición traumática preexistente. Es favorecido por el contexto sociohistórico mediante, por ejemplo, el desamparo legal, la denigración o a procesos legales que exponen o descuidan a las víctimas a re-exposiciones o situaciones de características parecidas a la original traumática primera; estas condiciones son las que asientan las bases para lo que se denomina “retraumatización. Un ejemplo de ello puede ser la situación administrativa y legal que se sucede en los casos de violencia de género, haciendo pasar a la mujer a volver a recordar los acontecimientos traumáticos (también llamada victimización secundaria)
Apego
Es un constructo teórico formulado por Bowlby y Ainsworth (1950). Se refiere al estudio de la relación del bebé con su madre como base fundamental para la comprensión de la personalidad del bebé, su capacidad de afrontamiento, sus procesos motivacionales, seguridades e inseguridades. Es interesante en el abordaje del TEPT en la medida en que la experiencia de vinculación, de conexión y diferenciación con los otros, con el mundo, El apego es el generador de herramientas personales e interpersonales, internalizador del autocuidado y la búsqueda de seguridad.
Negación y renegación
Ambos son mecanismos de defensa; defienden al aparato psíquico de la angustia. En la Negación, el sujeto, a pesar de que formula deseos o sentimientos reprimidos, se defiende de ellos negando que le pertenezcan. Se niega bien algo propio del sujeto, o negando una percepción (“esto no pasó”)
La Renegación es una defensa cuya característica es que el sujeto rehúsa reconocer la realidad de una percepción traumatizante. Si bien en la negación el sujeto niega algo propio por efecto de la represión, o a los efectos antes nombrados, lo que señala una estructura neurótica, en la renegación, en cambio, el sujeto niega la realidad, lo que habla de un mecanismo psicótico.
Es frecuente encontrarnos con sujetos con TEPT con mecanismos de defensa utilizados como la disociación, negación o renegación. Las vivencias límite llevan a apelar a mecanismos con estas características que, además, generan vulnerabilidad emocional y psíquica. Son mecanismos operativos y funcionales cuando la situación que lo demanda es altamente nociva y avasallante para el sujeto, y pueden llegar a ser estructurales.